Un reloj de pulsera es uno de esos artilugios atemporales que causan grandes placeres que marcan un antes y un después, no sólo en tiempo, sino en clase y estilo. Porque no se trata de escoger el mejor, sino el que mejor se adapte a la persona con sus características, diseño, líneas y colores.
Aunque hoy en día se puede consultar la hora en casi cualquier dispositivo electrónico moderno, como móviles, ordenadores portátiles o incluso la radio del coche, un reloj de pulsera cumple una función que va más allá de dar la hora, es cuestión de estilo y estética.
Es por esto que en el momento de adquirir uno, se deben de tener en cuenta una serie de recomendaciones y datos, especialmente si es la primera vez que se escoge uno.
La importancia de escoger un buen reloj
Un buen reloj no sólo es sinónimo de un reloj de calidad duradera, sino también de su capacidad de adaptabilidad en gusto y estilo propio. Porque hay un reloj para cada tipo de persona.
Lo ideal es que se escoja el reloj de acuerdo al estilo de vestimenta y hasta labor cotidiana. Una persona que tiene de profesión la abogacía con traje formal no se vería bien con un reloj deportivo color verde fluorescente.
Por otra parte, existe un factor de riesgo que hoy en día amenaza a casi cualquier artilugio de esta naturaleza: la piratería. Existen redes que pueden falsificar relojes de marca, haciéndolos pasar por originales y engañando a personas incautas. De aquí la importancia de comprar sólo en sitios autorizados.
Con la abundancia de información en Internet, páginas web como https://comprarmejoresrelojes.online/ ofrecen una cantidad considerable de datos, comparativas, precios y recomendaciones a tener en cuenta para escoger el reloj adecuado.
Consejos básicos para comprar un reloj de pulsera
Definir estilo propio
Un reloj es una extensión de la misma personalidad de la persona, un agregado de estilo y clase propia. Esto se relaciona directamente con el modo de vestir, donde se buscan combinaciones de colores que armonicen con el outfit.
Sin embargo, también se pueden alternar varios estilos de relojes con la vestimenta dependiendo de la ocasión. Los relojes digitales hacen buen juego con atuendos deportivos mientras que para ambientes y eventos sociales formales, un clásico analógico plateado con correa de cuero, puede ser la mejor opción.
El tamaño sí importa
Debido a que el área donde va ubicado el reloj, la muñeca, suele ser un área de prolongada visibilidad y exposición, lo ideal es que los relojes nunca deben verse pequeños.
Para los hombres, es recomendable es que las carátulas de los relojes (usualmente de forma redonda) sean de 40 a 44 milímetros de diámetro, esto ocupa casi la totalidad del grosor de la muñeca, lo cual hace resaltar el reloj.
En el caso de las mujeres se recomienda la misma proporción de tamaño, siempre y cuando no exceda el tamaño de las muñecas.
Un buen reloj no necesariamente es el más caro
En la actualidad existen más de 20 marcas de probada calidad y experiencia en el mundo de los relojes, los precios son tan variados como sus diseños.
Para no caer en influencias publicitarias agresivas, se recomienda dar un paseo ilustrativo e informativo por distintos medios y páginas especializadas como Comprar Mejores Relojes Online donde se analizan al detalle cada variedad de reloj de todas las marcas existentes.
Cuidado con funciones innecesarias
Algunos relojes vienen con opciones y funciones variadas como un segundo huso horario, termómetros y algunos con grabadora de voz. Si bien estas cualidades pueden resultar curiosas, no necesariamente son muy útiles.
Como consecuencia, estos relojes suelen ser elevados de precio gracias a estas características que rara vez se usan cotidianamente.
Calidad de materiales y durabilidad
Los relojes de cuarzo necesitan de una batería para su funcionamiento. Esta batería tiene una vida útil que suele ser corta. Aún con los cambios dados, se estima que la vida útil de un reloj de cuarzo suele ser de diez años.
Sin embargo, los relojes automáticos son los que no necesitan de una batería, sino que aprovechan la mecánica del movimiento del brazo del usuario para el funcionamiento de sus manecillas. No requieren de un cambio de ninguno de sus materiales.
Están construidos y sellados de forma hermética y son mucho más resistentes al paso del tiempo, el polvo y hasta salpicaduras de agua.
Un reloj no es una inversión financiera
Un reloj no es una inversión financiera, es una inversión de gusto personal. Es por esto que no se debe pensar en adquirir un reloj para revenderlo más adelante y esperar duplicar la ganancia invertida. No funciona así.
Al contrario, comprar un reloj es como comprar un coche, se desvaloriza desde el primer minuto de uso.
De esta forma se puede considerar un reloj de pulsera como un accesorio de clase y estilo que funciona como una extensión de la personalidad única de cada persona.