La insolvencia es un procedimiento legal que se debe realizar cuando una empresa está experimentando dificultades financieras o debe reestructurarse, como consecuencia directa de la situación financiera actual.
Existen leyes concretas para que las empresas puedan solventar las deficiencias con relación a su liquidez financiera. Este artículo trata del tema con el objeto de que se conozcan los procesos para gestionar la crisis, sin ningún temor. En el país, hay muchas posibilidades de salir airoso con el negocio en camino a la recuperación.
¿Cómo enfrentar la crisis de liquidez que atraviesa una empresa?
Toda empresa que enfrenta una crisis de liquidez debe analizar muy bien la estrategia a plantear. Por ello, un asesoramiento de abogados es importante y es probable que oriente ir a un preconcurso de acreedores. Pero para comprender el proceso, es conveniente considerar las disposiciones del Artículo 5.1 de la Ley de Insolvencia Española.
Antes de declarar la quiebra, es esencial entrar en un proceso de negociación para tratar de salvar la empresa. ¿En qué consiste esto? En que es necesario hablar con los acreedores para ver la posibilidad de refinanciar la deuda. Con esto, por supuesto, se gana tiempo y es posible encontrar oxígeno antes de ir a la quiebra. En tiempos difíciles, las empresas están obligadas a negociar.
Ir a un preconcurso tiene sus ventajas. Si una empresa decide este procedimiento, se evita que un acreedor exija un concurso. Hay un plazo de tres meses para lograr un acuerdo. Si hace falta más tiempo, se puede prorrogar por un mes más. En realidad es rápido, sin embargo lo importante es tener el don de la negociación para lograr el objetivo.
Uno de los beneficios que se considera importante es que la empresa se protege de cualquier ejecución judicial de sus bienes. Como se puede ver, si el negocio está atravesando problemas de liquidez, es primordial que se haga la solicitud del preconcurso por la cantidad de beneficios que hay.
El proceso de quiebra
Esto ocurre si los acreedores se dan cuenta de que la operación propuesta para el refinanciamiento de la deuda no puede garantizar ingresos suficientes a un determinado plazo. Además, el plan de reestructuración financiera planteado no es compatible con todo el proceso de revitalización de la empresa. En ese caso, declararse en bancarrota es el siguiente paso.
Por lo antes dicho, es necesario que la empresa proceda con el concurso de acreedores, el cual es un proceso amparado por la ley, donde la meta a alcanzar es salir del problema de liquidez por el cual está atravesando el negocio. Hay que tener presente que existen dos tipos: el que exige el acreedor para la defensa de sus bienes, y el voluntario, realizado por la misma empresa en vista de no poder cumplir con los pagos.
Una actividad importante en este procedimiento es la tipificación de la deuda. Es decir, el administrador concursal debe categorizar las deudas con el fin de dar la prioridad necesaria y cumplir como es debido con los acreedores. Por ejemplo, la deuda que hay con el pago a los empleados tiene prioridad y es la primera que debe ser saldada. Luego vendrían las deudas contraídas con la administración pública, bancos, proveedores, socios, etc.
Es conveniente saber que este procedimiento no solo aplica a las empresas, sino que también las personas que no puedan afrontar alguna deuda pueden acudir al proceso para solventar el inconveniente.
Es prudente recordar que todo proceso legal tiene sus pros y sus contras. Lo importante en época de crisis es evaluar muy bien las alternativas presentes. La gestión de crisis es una faceta en cualquier negocio, y lo esencial es saber manejarla y buscar asesoramiento acorde al problema presentado.
¿Es posible cerrar la empresa en tiempo récord?
Si las estrategias aplicadas para salvar la empresa no funcionan, se debe proceder al cierre de la misma. Para ello existe el procedimiento de concurso express. ¿En qué consiste? Es un procedimiento de cierre en el que las actividades se ejecutan rápidamente, en pocas semanas.
Este proceso satisface a muchas empresarios. Hay quienes desean salir pronto del proceso y por ello nació esta propuesta, para dar respuesta a las inquietudes por el período de tiempo que a algunos les parecía eterno. Sin embargo, es importante saber los requisitos necesarios para optar a esta facilidad. Es recomendable acudir a un asesor legal con el fin de tener todas las condiciones claras y que el proceso se haga sin errores.
Hay opciones para la gestión de la crisis empresarial que se pudiera estar atravesando. Es primordial investigar y estar seguro de los pasos a seguir. No obstante, es vital saber negociar y recuperar el patrimonio que seguro ha costado años sacar adelante.