Hoy en día es posible acceder a préstamos inmediatos de forma fácil y segura a través de Internet. Sin embargo, es importante conocer los requisitos y pasos a seguir para agilizar este proceso con todas las garantías.
Los gastos imprevistos no siempre llegan en el mejor momento y en muchos casos pueden suponer un golpe para nuestra economía difícil de encajar.
Afortunadamente, existen una serie de instrumentos financieros, como los créditos rápidos, que pueden ser de gran ayuda a la hora de amortiguar el impacto de este tipo de percances. Pero ¿es posible actualmente acceder a préstamos sin aval y sin comprobar ingresos?
A continuación resolveremos esta y otras dudas relacionadas con la solicitud de este tipo de préstamos.
Requisitos para pedir un préstamo online sin aval
Actualmente es muy fácil encontrar empresas que ofrezcan este tipo de créditos. Generalmente las sumas de dinero que se pueden solicitar como préstamo no superan los 1200 euros, aunque existen excepciones; y esto hace que los requisitos para acceder a ellos sean muy fáciles de cumplir, como se puede comprobar en el siguiente listado.
Para solicitar uno de estos créditos online se debe:
Ser mayor de edad: Pese a que, por lo general, no hay un límite máximo de edad establecido, debemos tener en cuenta que, por motivos evidentes, es posible que se deniegue el préstamo a las personas de edad muy avanzada.
Tener documento de identidad y ser residente español: Serán necesarios el DNI o el NIF y acreditar la residencia en nuestro país.
Tener una cuenta bancaria: Esta cuenta es indispensable, ya que será allí donde nos ingresarán el préstamo y también donde nos pasarán el cobro de la deuda contraída con la entidad prestamista.
Contar con un ingreso mensual constante: No es la cantidad de dinero percibida lo que se debe demostrar en estos casos, sino que se cuenta con una fuente de dinero constante. Para ello hará falta solicitar a una entidad bancaria o a un profesional certificado en esa área un documento acreditativo.
Aportar determinados datos personales y otros requisitos: Como teléfono móvil y otros medios de contacto, o no figurar en ninguna lista de morosos tipo ASNEF.
Para solicitar el crédito tan solo deberemos rellenar el formulario que la entidad ponga a nuestra disposición y presentarlo, una vez completado, junto con la documentación solicitada.
Qué tener en cuenta a la hora de escoger una compañía crediticia
Que actualmente exista la posibilidad de acceder a un préstamo de forma rápida a golpe de click, no significa que las entidades financieras que los conceden no tomen medidas para asegurarse de que van a recuperar su inversión.
Por lo general, este tipo de mini créditos nuevos implican cantidades de dinero muy pequeñas y están pensados para personas solventes, con capacidad para devolver la cantidad prestada con intereses y que, puntualmente, puedan necesitar una pequeña inyección de liquidez. Por supuesto, los intereses solicitados variarán en función del riesgo que corran al realizar el préstamo.
Pese a que la mayoría de entidades imponen el requisito de no estar en ninguna lista de morosos, hay otras que permiten la solicitud de préstamos por parte de este tipo de clientes. Este mayor riesgo implica también que el interés de ese crédito será muy elevado, con muchas cuotas y, probablemente, también con muchas comisiones asociadas.
Este tipo de créditos deben evitarse en la medida de lo posible, a menos que no nos quede otra opción. En principio, cualquier persona que no esté en una lista tipo ASNEF, tendrá fácil acceso a mejores condiciones, siempre y cuando ponga mucho cuidado en conocerlas y comparar diferentes ofertas.
¿Qué pasa si no podemos hacer frente a la deuda contraída?
En primer lugar, debemos recomendar encarecidamente que se evite por todos los medios llegar a esta situación. La mejor manera de evitarla es, sin duda, la correcta planificación previa y un análisis preciso de nuestra solvencia.
Si aún así nos vemos en la situación de no poder hacer frente debidamente a la deuda, se debe mantener en todo momento la calma y tratar de solventar la situación hablando con la entidad crediticia para hacerle saber la situación y acordar un aplazamiento del pago. En ningún caso debemos desentendernos del pago, si no queremos encontrarnos de la noche a la mañana con un incremento de los intereses de la deuda. Debemos tener en cuenta que para la entidad también será más conveniente encontrar una solución que permita cobrar la deuda, aunque implique más tiempo, que tener que tomar acciones legales contra nosotros.
Si llegamos al punto de que se vean obligados a tomar ese tipo de medidas podemos encontrarnos con grandes problemas, como un aumento importante de la deuda, que acabarán cobrándonos de una forma u otra, la inclusión de nuestro nombre en la lista ASNEF y presiones constantes con el fin de que abonemos nuestras deudas lo antes posible.