(dpa) – La acelga es una maravilla de la naturaleza, por más habitual que pueda ser en muchas latitudes. Sus hojas suelen tener un aspecto majestuoso y apetitoso, y añadirle un sabor inigualable a cualquier receta. Hoy proponemos utilizarla para acompañar un plato de penne rigate con una salsa de tomate ligeramente picante al vino tinto.
Ingredientes para 2 personas:
Preparación de la acelga: 200 gr. de acelga, 35 gr. de manteca, 1 cebolla mediana, 1 diente de ajo, sal, pimienta fresca
Para la salsa: 400 gr. de tomates triturados en lata, 1 cucharadita abundante de tomillo, 2 cucharaditas de orégano, 100 ml de vino tinto seco, 1 ají picante fresco (de aprox. 5 cm, dependiendo del gusto por lo picante), 1 cucharadita de aceite de oliva, sal, pimienta fresca molida
Para la pasta: 240 gr. de penne rigate
Adicional: 15 piñones
Preparación:
1. Retirar el tallo de las acelgas, cortar las hojas en trozos grandes. Pelar las cebollas y cortarlas en dados. Pelar el ajo y cortar en cuadraditos. Derretir la manteca en una sartén, rehogar la cebolla, añadir poco después el ajo.
2. Una vez que la cebolla esté transparente, añadir la acelga hasta que esté cocida pero que mantenga cierta consistencia. Eso suele demorar unos 3 minutos. Hacia el final del proceso, condimentar con sal y pimienta y coloca la sartén a un lado.
3. Para preparar la salsa, cortar el ají picante en cuadraditos pequeños, colocar los trozos de tomate en una sartén al fuego. Condimentar con tomillo y orégano, revolver y dejar hervir un poco.
4. Agregar el vino tinto y revolver. Reducir hasta que se forme una salsa espesa, luego añadir el ají picante, el aceite de oliva y revuelve. Dejar hervir unos minutos, condimentar con sal y pimienta y colocar todo a un costado.
5. Hervir los penne rigate como lo indique el envase.
6. Dorar las semillas y poco antes de que esté lista la pasta, poner a calentar la acelga y la salsa. Servir los penne en platos, añadir la salsa de vino tinto y al final incorporar las hojas de acelga. Para cerrar la presentación, esparcir por encima los piñones dorados.
Por Manfred Zimmer (dpa)