La llegada de la primavera produce distintos tipos de insomnio en más de la mitad de la población. Las mujeres de entre 35 y 50 años son las más sensibles y las más afectadas por los trastornos del sueño. La culpa es del tan esperado sol primaveral, debido a que una mayor exposición a la luz natural reduce la acumulación de melatonina, encargada de distinguir el día y la noche, y revoluciona las pautas de sueño. Artiem, expertos en bienestar y felicidad, ofrecen consejos para evitar estas alteraciones
Se debe hacer ejercicio diariamente, lo ideal sería antes de comer ya que si se hace antes de dormir, se estimula el cuerpo y tarda varias horas en relajarse. Otro consejo para evitar estas alteraciones tan molestas del sueño es abandonar la siesta; nada de dormir durante el día, ni permanecer en la cama o en el dormitorio si no es para dormir. Por supuesto, se debe dejar la cafeína y los estimulantes sociales como el café, el té, los refrescos de cola, el chocolate o el tabaco; asimismo, es importante no beber alcohol, aunque en principio produce sopor, durante la noche desestructura el sueño y produce insomnio.
Una pauta clave a seguir en la batalla contra las alteaciones del sueño se corresponde con respetar unos horarios, acostarse y levantarse siempre a la misma hora; así como evitar cenas copiosas o por el contrario, irse a la cama con hambre. El ambiente también interviene en la calidad del sueño; hay que controlar donde se va a dormir, el silencio, la oscuridad, procurar permanecer en una estancia que albergue los 24º… Asimismo, es importante utilizar ropa cómoda y holgada para ir a la cama, materiales transpirables y adecuados a la estación, con los que no pasar frío, ni calor. Utilizar una crema de manos perfumada o aceite de lavanda; sus propiedades ayudan a conciliar el sueño y permanecer dormido.
Con respecto a la alimentación, hay ciertos productos que favorecen el sueño como tomarse una relajante leche dorada o Golden milk, también conocida como el latte de cúrcuma que se ha convertido en la bebida relajante por excelencia. Los dos componentes principales son la leche y la cúrcuma, aunque también puede prepararse con una taza de agua caliente a modo de infusión. La cúrcuma contiene un polifenol que presenta 600 beneficios potenciales para la salud entre los que se incluyen propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias, anti-cancerígenas, antidepresivas y sobre todo relajantes…muy relajantes.