Wolfsburgo, 22 feb (dpa) – Los operadores alemanes de estaciones de recarga para automóviles eléctricos deberán instalar a partir del 1 de abril un medidor basado en los kilovatios cargados por el usuario.
Así, los automovilistas podrán saber cuánto cuesta la energía que almacenan en su coche. Hasta ahora, las tarifas estaban basadas mayoritariamente en el tiempo de recarga, por lo que los precios por minuto tenderán a desaparecer.
El problema es que las estaciones de recarga de corriente continua, donde la carga en comparación con las de corriente alterna es mucho más rápida, no hay medidores adecuados, lo que afecta a todos los operadores, dijo un portavoz de la red europea de recarga Ionity.
Volkswagen, BMW, Daimler y Ford se pusieron de acuerdo para construir puntos de recarga rápida en las autopistas. Ionity mantiene conversaciones con las autoridades de homologación competentes y asume que los dispositivos estarán disponibles durante la primavera.
La red actualmente opera 55 estaciones de recarga en Alemania, lo que representa de cuatro a seis puntos en cada uno de las ocho regiones germanas donde está presente, y espera llegar a 400.
Según la Federación de Industrias de Energía y Agua (BDEW), a finales de 2018 había más de 16.100 puntos de recarga en Alemania, de los cuales el 12 por ciento eran de carga rápida.