(dpa) – En el último día de trabajo antes de la jubilación, a algunos les gustaría salir de la empresa sin hacer mucho ruido. Pero, según la entrenadora Iris Seidenstricker, no es una buena idea. Una despedida es un ritual importante para empezar bien el ingreso a la nueva fase de la vida después de una carrera profesional.
Por ejemplo, cualquiera que tenga miedo de las palabras aburridas y de un triste ramo de flores del jefe podría pedir a sus colegas que preparen unas palabras de despedida, aconseja la experta en la revista «Brigitte Wir».
Según recomienda, la mejor manera de que el empleado saliente apoye al colega que dé el discurso es proporcionando los datos clave más importantes y unas pocas informaciones de su vida profesional.
Es importante no llevarse ninguna mala experiencia a la nueva fase de la vida. Un correo de despedida en el que se dejan abiertos todos los resentimientos no es la manera correcta de hacerlo. Seidenstricker sugiere escribir todas las experiencias negativas en un pedazo de papel y enterrarlo o quemarlo para poder entrar en la jubilación sin problemas.