(dpa) – Sol en lugar de luz de neón, aire fresco en lugar de mal olor: cuando el tiempo lo permite, muchos deportistas aficionados prefieren entrenar al aire libre en lugar de en un gimnasio.
Pero no siempre todo debe girar exclusivamente en torno al jogging, explica Daniel Kaptain, especialista en ciencias del deporte de la Escuela Superior Alemana para la Prevención y la Gestión de la Salud.
Porque con un diseño adecuado de entrenamiento, la fuerza, la coordinación y la resistencia pueden entrenarse en la misma medida al aire libre y sin ningún aparato. Lo central en este aspecto es una variación permanente, señala Kaptain. Y esto es mejor que una elevada intensidad para quienes comienzan.
Los deportistas «outdoor» deben buscarse inicialmente un trayecto apropiado y no demasiado largo, por ejemplo de una extensión de tres a cinco kilómetros. Pero no debe recorrerse en una única vez, sino en cinco a seis etapas, con diferentes ejercicios en cada estación.
Cuáles deberán ser estos exactamente queda a elección de cada deportista. Kaptain recomienda un programa que conste de flexiones de brazos, sentadillas, apoyo del antebrazo (tabla) y estocadas, así como un ejercicio de remo, por ejemplo con un simulador.
Un entrenamiento de este tipo es flexible y puede hacerse en cualquier lugar de la naturaleza. Y, en caso de necesidad, incluso en el propio jardín, sin correr y como un entrenamiento de circuito puro.
El experto recomienda que un entrenador les muestre a los principiantes incluso los ejercicios y programas en apariencia sencillos. Porque una intensidad demasiado elevada o movimientos en la dirección equivocada pueden acarrear un riesgo también en el entrenamiento «outdoor».