Por Philipp Laage (dpa) – El smartphone se destaca por integrar cómodamente las funciones de otros dispositivos técnicos. Actualmente, una aplicación también se encarga de la navegación de un coche. Los servicios gratuitos de mapas de Apple y Google ya están bastante perfeccionados. Entonces, ¿quién necesita todavía su propio equipo de navegación con una ventosa para pegarlo en el parabrisas?
«Desde el punto de vista meramente técnico, el smartphone es la mejor solución. El rendimiento de su hardware es mayor y generalmente también cuenta con una mejor pantalla», dice Axel Kossel, redactor de la revista alemana de computación «c’t». En su opinión, «un simple aparato de navegación no puede competir en absoluto con un smartphone».
Además, la mayoría de los automovilistas tiene un smartphone. En los dispositivos con el sistema operativo Android generalmente está preinstalado Google Maps. «El cálculo de la ruta y la síntesis de voz son bastante buenos», asegura Kossel.
La app Navi de Apple sale peor parada. Según un test realizado por investigadores alemanes, la aplicación de mapas de Apple sólo muestra pequeños fragmentos. En las autopistas sólo se indican los siguientes 500 metros aproximadamente, por lo que es casi imposible prever la siguiente maniobra. En cambio, Google Maps es más confiable para llevar al automovilista a su destino.
Una desventaja natural de las dos apps consiste en que los mapas no están en el chip de memoria de los smartphones. Para calcular la ruta y navegar, los programas descargan por Internet los mapas más recientes. En consecuencia, el volumen de datos del contrato de telefonía móvil puede agotarse rápidamente. Por otro lado, la ventaja de las app Navi basadas en Internet es la actualización del material cartográfico.
Además de estos dos gigantes de la tecnología, hay una ristra de apps financiadas únicamente con publicidad o cuyo precio es muy bajo, entre ellos Skobbler, NavFree y el Navigator de Mapfactor. Ellos utilizan el material cartográfico gratuito de Open Street Map (OSM), al que la comunidad de usuarias aporta datos geográficos, lo que tiene sus ventajas y desventajas.
La fundación alemana «Stiftung Warentest», que evalúa la calidad de productos de consumo, otorgó a las tres apps la calificación de «satisfactorio». Sin embargo, estas apps no leen los nombres de las calles y no tienen un sistema de control de vía. Por esto, en las cruces complejas el conductor fácilmente pueda tomar la salida equivocada. Aun así, según Axel Kossel, los mapas OSM muchas veces son mejores que los mapas caros, porque una comunidad de usuarios los actualiza constantemente. «Si hay algún cambio vial, uno se entera más rápidamente», dice el redactor de la revista «c’t». A su juicio, «con Open Street Map el conductor en general se puede defender bien».
Por supuesto que los automovilistas tienen que contentarse con menos cuando utilizan un programa gratuito en vez de una app profesional por 60 o 70 euros (entre 82 y 95 dólares). El Auto Club Europa (ACE) ha señalado que muchas veces el lugar donde se encuentra el automovilista no está determinado exactamente, por lo que puede ocurrir, por ejemplo, que la indicación «girar a la izquierda» aparece después de haber cruzado la calle.
Si usted confía en una app como instrumento de navegación, necesita, independientemente del precio, un soporte dentro del vehículo. No está permitido que el automovilista, cuando conduce, sostenga el smartphone, tampoco para navegar. También es importante tener un cargador para el coche. En los trayectos largos la batería se agota rápidamente cuando se usa el smartphone como navegador.