La localidad cacereña de Montehermoso celebra los días 2 y 3 de febrero ‘Los Negritos de San Blas’, que desde el año 2006 ostenta el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional.
Para esta celebración se ha organizado a través del Ayuntamiento de Montehermoso un programa festivo «cuyo principal eje girará en torno a los máximos protagonistas» de la fiesta, ‘Los Negritos’.
En la noche del día 2 de febrero se celebrarán las ‘Candelas’, donde la «tradicional» procesión de ‘La Velá’ de San Blas recorrerá las calles de Montehermoso, según ha informado la Oficina de Turismo de la localidad cacereña.
Así, en esta noche, los velones son llevados por los mayordomos «calentando las frías noches de febrero a su paso por las calles de la localidad».
La comitiva, al son del tamborilero y acompañada de los bailes de ‘Los Negritos’, con las caras sin tiznar, comenzará a las 19,30 horas de en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y pasará por las ermitas de San Sebastián y San Bartolomé, «fundiéndose en esta última en una fiesta de bailes entre el grupo de ‘Los Negritos’ y antiguos componentes» de la agrupación.
Una vez terminada ‘La Velá’ el grupo recorrerá las calles de la localidad al son de la flauta y el tamboril, visitando los domicilios de los antiguos mayordomos del Santo, que les obsequiarán con lisonjas en forma de dulces típicos y licores tradicionales de Montehermoso.
COMIENZA EL RITUAL
Cuando la mañana del día 3 de febrero empiece a despuntar, el grupo de ‘Los Negritos’ se reunirá para comenzar con el ritual, y como manda la tradición se vestirán «cuidadosamente con el traje típico de montehermoseño y se tiznarán sus caras con corcha quemada».
Poco después, una vez finalizada la misa, la cual comenzará a las 11,00 horas en la ermita de San Bartolomé, recorrerán la distancia entre su ermita y la Plaza de España donde a las 12,00 horas exhibirán «sus coloridas danzas en honor a San Blas».
Seguidamente, los mayordomos recorrerán las calles de la localidad pidiendo la ‘maná’ para el santo y vendiendo «sus tradicionales cordones, bendecidos durante la misa, los cuales se anudan a la garganta para proteger de los males de ésta durante todo el año».
Tras la pedida, «continúa la celebración festiva para los visitantes y lugareños, con el ambiente que otorga esta fiesta a la localidad de Montehermoso».