Berlín, 17 dic (dpa) – La aerolínea Lufthansa exige una indemnización de 740.000 euros (808.000 dólares) a activistas del grupo climático Letzte Generation (Última Generación) por sus protestas en varios aeropuertos alemanes, informó hoy el dominical «Bild am Sonntag»
El trasfondo de la demanda son las acciones disruptivas de los activistas, durante las cuales se paralizaron durante horas los aeropuertos de Hamburgo, Düsseldorf y Berlín.
Lufthansa anunció previamente reclamaciones por daños y perjuicios a través de su filial Eurowings.
«Eurowings reclamará daños materiales a las aerolíneas del grupo Lufthansa causados por las acciones de los activistas en los aeropuertos de Berlín, Düsseldorf y Hamburgo», declaró en octubre. No se dieron detalles sobre el importe.
En esta ocasión, la compañía no quiso hacer comentarios sobre la información publicada por el diario.
Según «Bild am Sonntag», 57 vuelos del grupo Lufthansa (Lufthansa, Eurowings, Swiss) y 8.500 pasajeros se vieron afectados por las protestas en el aeropuerto de Hamburgo el 13 de julio, y se causaron daños por valor de 400.000 euros.
También el 13 de julio se vieron afectados 24 vuelos y 3.000 pasajeros en el aeropuerto de Düsseldorf, cuyos daños fueron valorados en 220.000 euros.
Durante las protestas en el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo en noviembre de 2022, la compañía aérea registró afectaciones en 35 vuelos y 5.000 pasajeros. Según el dominical, seis activistas ya han recibido demandas de pago por un total de 120.000 euros.
Con su protesta, los activistas querían llamar la atención sobre el impacto climático negativo del tráfico aéreo. Durante las tres acciones, miembros del grupo fueron detenidos tras pegarse a las pistas.
La policía inició investigaciones sobre estas personas, contra las que ahora se pueden reclamar indemnizaciones. Según informes anteriores, las aerolíneas Condor y Tuifly también están investigando posibles reclamaciones.
El ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, anunció un endurecimiento de la Ley de Seguridad Aérea. En esto coincide con el ministro de Justicia, Marco Buschmann.
«Los bloqueos de aeropuertos con el objetivo de perturbar las operaciones en ellos sobrepasan con mucho los límites de la protesta legítima. Tampoco se trata de delitos menores», declaró Wissing a «Bild am Sonntag». Y reclamó que deberían introducirse sanciones más estrictas lo antes posible.