MÚNICH (dpa) – Los SUV y las camionetas cada vez gustan más a la gente, pero pocos se atreven realmente a usarlos para el terreno para el que fueron concebidos en su origen: el campo y el barro.
Pocos usan sus SUVs fuera del asfalto, pese a que casi todos cuentan con tracción a las cuatro ruedas y están preparados para circular por ese tipo de terreno gracias a una mayor distancia al suelo y sistemas de asistencia para las pendientes, ya sean hacia abajo o hacia arriba.
Una posibilidad de probar los límites del vehículo la ofrecen los «parques offroad», que suelen ser antiguos campos de maniobras militares. Es el caso del Fursten Forest de Fürstenau, en Alemania, el campo «offroad» oficial más grande de Europa y en el que pasar el día cuesta 40 euros.
«El vehículo debe ser un SUV o una camioneta y recomendamos con tracción a las cuatro ruedas», dice Christine Scholz-Lomp, trabajadora del campo, en cuyas 400 hectáreas se encuentran tres circuitos de diferente dificultad: del terreno arenoso hasta la cuesta imposible para la que es necesaria un cable.
Quien caiga en un agujero o banco de arena no tiene por qué alarmarse, ya que el parque cuenta con maquinaria para rescatar vehículos. «Pasa a menudo. En días con mucha afluencia, tenemos que ayudar a tres o cuatro», afirma Scholz-Lomp.
Los novatos pueden pedir la ayuda de un experto que dará consejos sobre cómo encarar ciertas dificultades del terreno.
«Hay instrucción al manejo en esas condiciones ‘offroad’ en todos los parques», dice Bastian Hambalgo, redactor de la revista «Off Road».
«Quien se sienta inseguro, puede recorrer primero el circuito a pie», afirma Hambalgo, que recomienda a todo novado un entrenamiento previo que ofrecen incluso algunos fabricantes de vehículos. En los cursos de un día se aprende teoría y práctica.
En los parques hay normas que cumplir. Por ejemplo, en el de Fursten Forest existe un límite de velocidad máxima de 30 km/h y puede haber limitaciones para vehículos con tubos de escape deportivo.
Quien decida probar con su propio vehículo debe tener claro que puede sufrir problemas o averías de las que sólo el propietario será responsable. «No hay que descartar daños por golpes con las piedras o la rotura de elementos plásticos cuando se hacen mal ciertas maniobras», alerta Hambalgo. Quien no quiera exponer al riesgo a su SUV, es mejor que se decante por alquilar uno de los vehículos «offroad» que los parques ponen a disposición.
«Para asegurar que el seguro cubre posibles daños es mejor contactar con la compañía antes de emprender la aventura», recomienda Kathrin Jarosch, experta en seguros.