(dpa) – ¿Alguno aún recuerda los viejos despertadores que marcaban la hora en rojo y nos hacían amanecer con música? Hoy en día muchos renunciaron a despertar sutilmente y usan el móvil como despertador, pero no saben lo que se pierden. Lenovo lanzó un despertador de alto diseño que incluye un asistente de voz, el Smart Clock.
Este reloj, que viene recubierto de un entramado de tela y es de la mitad del tamaño de un despertador tradicional, tiene una pantalla táctil y se maneja principalmente a través del asistente de voz de Google.
Uno da la orden y el smart clock sintoniza cualquier emisora de radio a través de TuneIn, Spotify, Youtube Music, Deezer o también audiolibros vía Google Play Books, es decir, al despertar uno no tiene por qué limitarse a los programas de radio clásicos. A eso se suma la posibilidad de operar otros circuitos que estén conectados al despertador, como lámparas, cámaras de vigilancia o rutinas de smart-home, como por ejemplo apagar todas las luces cuando uno sale de la casa.
El asistente de Google hace que el reloj también tenga acceso al calendario de Google, pueda darnos el pronóstico del tiempo o el estado del tránsito, siempre y cuando un le confíe todas esas informaciones a Google, claro.
Lo que no puede ofrecer esta pantalla de 800 a 480 píxeles con bastante ruido es la reproducción de videos.
Hasta ahí llega la teoría del manual. Probando el Smart Clock en la práctica, las pruebas dieron muy buenos resultados en los servicios fundamentales que debe poner a disposición: antes de dormir, uno puede decirle a qué hora colocar el despertador y si quiere amanecer con un pitido o con música.
Si uno está muy habituado a presionar la tecla que permite seguir durmiendo unos minutos más, en las primeras mañanas echará de menos el botón. Pero a no asustarse. El Smart Clock también tiene esa posibilidad. No hay más que darle un golpecito encima al aparato para que nos conceda un poco más de descanso.
Los asistentes de voz funcionan bien mientras uno esté dentro del espacio de alcance del reloj, por supuesto. Pero hay que tener en cuenta que las búsquedas que uno le ordene hacer en Internet y no sean tan simples o los deseos más especiales lo llevan al límite de sus capacidades. En esos casos, el despertador suele decirle al usuario que recurra mejor al móvil.
Lo bueno es que si algún usuario no es muy amigo de tener micrófonos de alto rendimiento dentro de la habitación, puede apagarlos con un botón. Y hablando de privacidad, por supuesto que el smart clock no tiene cámara.
A diferencia del despertador clásico de LED, este tiene un sensor de luminosidad: cuando el ambiente está a oscuras, la pantalla baja de intensidad. ¿Perfecto? Sí, suena perfecto. Pero en la práctica esto no arrojó tan buenos resultados. La luz de fondo de la pantalla sigue siendo bastante clara, incluso cuando la luminosidad está en el punto más bajo de todos.
La marca podría haber optado por un diseño mucho más óptimo en este sentido si hubiese incorporado una pantalla OLED, pero el precio del despertador hubiese sido bastante más alto.
A cambio, la pantalla ofrece otra función novedosa: si uno quiere, puede simular la salida del sol por la mañana, para ir levantando de a poco el grado de luminosidad. También en la teoría. En la práctica no dio tan buenos resultados.
En cuanto al sonido, el Smart Clock es lo que solían ser antes los despertadores, tal cual. El sonido no es ni muy bueno, ni muy malo. Es suficiente para escuchar las noticias por la mañana y alguna melodía en volumen medio. A quien le guste amanecer con algo a todo volumen, tendrá que buscar otras alternativas.
En resumen, a algunas personas les gustará tener despertador, otras preferirán una habitación libre de tecnología. Para el primer grupo, el Smart Clock puede ser una buena opción.
Si uno le pone algo de entusiasmo a las cuestiones tecnológicas, incluso puede ser una novedad divertida entrar de este modo al ecosistema de Google. Además, tiene algunos aditivos prácticos: en la parte trasera tiene escondido un puerto USB en el que se puede cargar el móvil. Cuantos menos cables estén dando vueltas en la mesita de noche, mejor.
Eso sí: es crucial tener cierto gusto por operar mediante asistentes de voz. Sin eso, el despertador no funciona demasiado bien.
Por Till Simon Nagel (dpa)