(dpa) – Podría decirse que son todo un bestseller: los manuales que vienen con los automóviles parecen muy prometedores, pero la realidad es que por lo general nunca salen de la guantera. ¿Quién los lee? Hoy los coches son cada vez más complejos y la necesidad de entender cómo funcionan puede ser mayor que antes. ¿Cómo solucionan entonces las automotrices el problema para evitarnos largas lecturas? ¿Suman más páginas que no queremos leer? No. Hoy todo es digital.
Por lo general los asistentes de voz y de gestos funcionan de un modo muy intuitivo. Como mucho, tenemos que aplicar el método de «prueba y error» y de algún modo llegaremos a destino. Todo por no mirar el manual. Y sí, nadie quiere leer semejante libro y las automotrices lo saben, por eso buscan nuevas maneras de presentar la información de un modo atractivo y digitalizado.
Las instrucciones de las grandes marcas como Mercedes, VW o Audi pueden encontrarse online o en un DVD que uno puede mirar en casa, con toda tranquilidad. Pero eso no es nada nuevo. Es más, la integración de estas instrucciones a los sistemas de infotainment tampoco es nada innovador. Si uno va pasando de pantalla en el menú de BMW, por ejemplo, encontrará en la rúbrica «coche» un ítem que derivará en todos los botones y elementos de mando. Si uno los presiona, el sistema explica cómo funcionan.
Actualmente muchos fabricantes dan un paso más allá y utilizan la realidad aumentada y apps en los móviles para explicarles las funciones del coche a los usuarios.
Mercedes, por ejemplo, desarrolló el programa «Ask Mercedes» para los compactos de la clase A, apunta su portavoz Georg Walthart. Ese sistema ofrece un «chatbot» que explica cómo conducir para ahorrar gasolina, por poner un ejemplo. Si uno enfoca el sitio del conductor con la cámara del móvil, en la pantalla aparece un menú en el que uno puede cliquear según la explicación que necesite.
Opel apunta cada vez más a los tutoriales de video, explica su portavoz Patrick Munsch, quien asegura que muchos, en lugar de estudiarse los compendios en papel, prefieren buscar la información en Internet e informarse mediante un video. Sobre todo cuando se trata de los sistemas de Infotainment, que son cada vez más complejos. «Queremos asegurarnos de que nuestros clientes no sólo sepan las cuestiones básicas, sino que además estén en condiciones de entender nuestras tecnologías para poder aprovechar su potencial», apunta Munsch. Esos videos del tipo «sabías cómo» pueden encontrarse tanto en la web oficial de la automotriz como en Youtube y en la app MyOpel.
Consultamos a algunos expertos para saber qué opinan de este tipo de servicios y la respuesta fue muy positiva. «Cuando más complejos los coches, más importante es tener instrucciones en las que uno pueda confiar», comenta un especialista. «Tomar los formatos del infotainment para transmitir los contenidos puede ser un camino muy prometedor», asegura Hans-Georg Marmit.
La tentación de todos modos siempre está: sea cuando nos vemos ante un problema o más adelante, cuando no logramos dar con la solución leyendo un manual o mirando un video, pensamos: «¡Pero esto debe salirme en forma intuitiva!» y probamos lo primero que se nos viene en mente.
Eso no es lo ideal. «Sobre todo porque, al fin de cuentas, el responsable de que el coche funcione bien y correctamente es el conductor», advierte el experto. «Es crucial que conozca las funciones y las principales indicaciones de seguridad. Es más, lo mejor es que busque la información que necesita con toda calma, en el aparcamiento o en casa, sentado en el sofá».
Hoy podemos buscar la información en el formato que nos resulte más «amigable»: ediciones online, apps de realidad aumentada, tutoriales en video…De todos modos, para los más tradicionalistas, el papel seguirá existiendo. Al menos en el ámbito europeo, ya que Bruselas decidió en 2016 que la información en papel sigue siendo la base para transmitir todo lo referido a seguridad. Así que, no importa si se llena de polvo, el manual, con todas sus traducciones y su importante peso, seguirá ocupando un lugar en todas las guanteras.
Por Thomas Geiger (dpa)