(dpa) – Ya puede ir sacando el televisor de la cocina. Y la radio también. La costosa tablet en la que leía sus recetas digitales ya no correrá peligro junto a las hornallas. Lenovo presentó un nuevo Smart Display (monitor inteligente) que asumirá todas esas tareas en la cocina.
Con el Smart Display, la marca ofrece una tablet de ocho o diez pulgadas de diseño sencillo y altavoz acoplado, bajo una cubierta de metal. El precio es de 179 y 239 euros (200 y 270 dólares), respectivamente.
Está equipada con el asistente de voz de Google, Google Assistant. Al contrario de lo que pasa con la versión más conocida de los teléfonos inteligentes con Android, en este caso se muestra todo en la pantalla con imágenes bonitas y el usuario puede hacer más solicitudes, ya sea a viva voz o tocando el display.
Para que el Smart Display funcione bien, debe poder acceder a todos los datos de la cuenta de Google y a sus actividades. En un próximo paso, se puede vincular a servicios abonados. Para este test, se utilizó el servicio de música en streaming Spotify y el sistema personal de iluminación inalámbrica Philips Hue.
A través del servicio TuneIn se pueden sintonizar diferentes radios o se le puede pedir al asistente que lea las noticias.
Lo que aún no funciona es la televisión en vivo. Pero, según Lenovo, pronto será posible a través de servicios como Zattoo. Hasta entonces, los usuarios deberán iniciar un stream a través de las aplicaciones de sus celulares y enviarlo al Smart Display a través de Google Cast.
Netflix y compañía aún no funcionan. Y tampoco se pueden instalar aplicaciones en el aparato.
Después de unos días, el Smart Display resulta ser un acompañante cotidiano bastante práctico. Entiende bien la mayoría de las órdenes, siempre y cuando sean sencillas. Preguntar por el tiempo, pedirle un mapa, encender la luz. Todo lo hace sin problemas.
Quien invierta tiempo, puede establecer rutinas con el asistente de Google y convertir al Smary Display en central de un hogar interconectado. Entonces, por ejemplo, se pueden regular los termostatos de la calefacción o se apagan las luces cuando uno deja la casa. También es posible hacer videoconferencias a través de Google Duo.
¿Y también sirve como ayuda para cocinar? La respuesta es sí, aunque con limitaciones. Cuando uno pide una receta, a veces muestra muchas variantes y muchas páginas, pero otras se limita a unas pocas webs de cocina.
Las instrucciones en sí se ofrecen paso a paso junto a la visión general de la receta y la lista de ingredientes. Ya sea hablando o tocando la pantalla se avanza al siguiente paso.
Lo bueno es que los dedos sucios y las salpicaduras de salsa no impiden usar la pantalla táctil. Con un paño húmedo, se eliminan sin problema estos rastros. También es muy práctico el hecho de que con sólo ordenarlo a viva voz el Smart Display puede programar varias alarmas, por lo que se puede evitar que se queme la comida.
Pero esta armonía digital en la cocina tiene sus límites: Manejar el asistente de Google sigue siendo frustrante. Si uno se aleja un poco de las órdenes más comunes, las cosas se complican y hay que repetir la orden muchas veces. A veces incluso se activa el Smart Display mientras se mira televisión e interrumpe la emisión. El nuevo mundo aún no está tan avanzado como se quisiera.
En resumen, si tiene previsto mandar a reciclar el viejo televisor de la cocina, este Smart Display es un buen sustituto. Video, radio, streaming, búsquedas en Internet, nada de eso supone un problema. A quien le guste cocinar, el aparato también le sirve, con un poco de práctica.
En general, esta tablet es un logrado contrapunto a los productos Echo de Amazon con el asistente de voz Alexa. Claro que para muchas de las funciones que ofrece no requieren un aparato especial. Numerosas funciones del asistente de Google también se pueden utilizar a través del smartphone o de la tablet.
Y un dato no menor a tener en cuenta son los costos de electricidad. El Smart Display está encendido todo el tiempo y consume por semana un kilovatio hora.
Por Till Simon Nagel (dpa)