Aunque parezca algo muy simple e incluso un poco pasado de moda en esta era tecnológica, las tarjetas de visita siguen siendo uno de los elementos más importantes para dar a conocer nuestra empresa, independientemente de las nuevas tecnologías y de las nuevas formas de contacto que tenemos. Sin embargo, todavía son muchos los profesionales que no cuentan con una y que están desaprovechando todas las ventajas que podemos conseguir con ellas. Al fin y al cabo, no se trata únicamente de un trozo de papel de mayor o menor calidad con nuestros datos personales, los datos de contacto y de localización de nuestra empresa y el logotipo o el sello distintivo de la misma impresos en ella, sino que son uno de los mejores productos de marketing a nuestro alcance. Las tarjetas de visita son una herramienta fácil y rápida de obtener, a un precio económico y que nos otorgan notoriedad y distinción a la hora de hacer negocios, convirtiéndose en nuestra primera toma de contacto con el cliente y en la primera impresión que se harán de nosotros. Por todos estos motivos, no es de extrañar que a la hora de diseñar y de crear nuestras tarjetas de visita recurramos a profesionales especializados en el sector para conseguir esa primera impresión positiva y que tanto se valora a la hora de hacer negocios.
¿Qué tengo que tener en cuenta a la hora de diseñar una tarjeta de visita?
Antes de crear nuestras propias tarjetas de visita, deberemos tener claro qué información queremos que aparezca en la misma, cómo queremos que aparezca y qué elementos decorativos extra queremos incluir, ya sea porque nuestra empresa cuenta con un logo distintivo, ya sea buscando un determinado fin estético.
En primer lugar, la información que aparezca tiene que ser precisa y concisa. Buscamos un objetivo muy específico en nuestro cliente (conseguir su atención para que se decante por nuestro negocio) por lo que le tendremos que dar los datos que busca, ni más ni menos, facilitando de esta forma el futuro contacto con nosotros. De esta manera, en un primer plano deberá aparecer nuestro nombre y apellidos y nuestro cargo dentro de la empresa o el tipo de servicios que ofrecemos (en el caso de los trabajadores freelance), seguido por los datos de contacto de nuestro negocio. Así, una de las opciones que tenemos son las tarjetas de visita cuadradas con las cuales podremos ordenar de forma jerárquica el contenido, consiguiendo un diseño claro y estructurado. Por ejemplo, el nombre de nuestro negocio puede aparecer centrado en la parte superior de la tarjeta seguido de nuestros datos personales y de contacto a la izquierda. Además, la forma de este tipo de tarjetas permite jugar bastante con los diseños con la posibilidad de incorporar nuestro logotipo o nuestra marca distintiva como una parte estética de la tarjeta, consiguiendo de esta manera crear un gran impacto visual en nuestro cliente.
Otra de las opciones que tenemos a nuestra disposición son las tarjetas de visita dobladas. A pesar de que guardan bastante parecido con las tarjetas de visita cuadradas, este tipo de tarjetas nos permiten incluir más datos, incluso un breve mensaje que puede ser una descripción de nuestro negocio, de nuestra filosofía o algún texto que llame a la reflexión y que proporcione un valor añadido a nuestra marca. La principal diferencia es que este tipo de tarjetas serán como un libro abierto, con cuatro caras distintas donde poder plasmar todos los valores de nuestro negocio. Sin duda alguna, esta opción será ideal para aquellos con un toque creativo ya que podrán crear verdaderas “obras de arte” con las que dar a conocer sus servicios para crear la mejor impresión en sus clientes.
El material es importante: las imprentas ecológicas
Finalmente, es necesario recordar que este tipo de tarjetas son para imprimir por lo que el papel que usemos será otro elemento fundamental de las mismas, no solo para conseguir un mejor acabado sino para asegurarnos de que elegimos una opción respetuosa con el medioambiente. Relacionado con este último punto, empresas como Natura Print nos ofrece tarjetas de visita hechas con papel offset, no estucado y 100 % reciclado que conseguirá una calidad ideal, con acabados mates de apariencia natural y no reflectantes para imprimir nuestras tarjetas de una forma clara y nítida, a la vez que reduciremos el impacto medioambiental que genera el uso de papel y el empleo de tintas no vegetales. Una forma de imprimir responsable y sostenible que que sin duda demandan cada día más clientes que están concienciados con el medioambiente y que quieren hacer crecer su negocio de la forma más ecológica posible.