(dpa) – Reservar viajes con antelación tiene sus ventajas: los turistas pueden ahorrar dinero e ir a mejores hoteles, y a veces incluso pueden contar con precios fijos para niños.
Sin embargo, hay desventajas: si se paga el viaje con mucha antelación, tampoco se lo puede cancelar poco antes por motivos personales sin tener que pagar por la cancelación.
Un motivo puede ser que el lugar de veraneo se vea azotado de repente por una plaga de algas en el mar, o que haya disturbios políticos en el país al que se viaja.
Por lo general, esto no autoriza a los viajeros a cancelar el viaje sin costo, salvo que el viaje se vea considerablemente afectado. El miedo a actos de terrorismo tampoco es considerado un motivo suficiente para la cancelación sin costo.
Para no perder dinero en caso de enfermedad, los viajeros deberían comprar un seguro de cancelación de viaje. Sin embargo, este sólo rige si la enfermedad era imprevisible al reservar el viaje.
Si empeora un mal crónico que hace que los asegurados prefieran cancelar el viaje, el seguro no reembolsará nada.
Los organizadores de viaje tienen distintos plazos para sus descuentos de reserva temprana. Por eso lo mejor es averiguar qué descuentos ofrece cada empresa.
Pero si se quiere viajar de forma realmente económica, lo mejor son las ofertas last-minute. La desventaja es que, en estos casos, el abanico de hoteles entre los cuales elegir no es tan amplio.