Madrid, 2 jun (EFE).- Una investigación sobre alteraciones celulares al inicio de la esquizofrenia, realizada por doce instituciones españolas con un profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) como investigador principal, abre nuevas vías para el tratamiento de la enfermedad.
El trabajo, liderado por el profesor de la Facultad de Medicina de la UCM Juan Carlos Leza, ha identificado marcadores biológicos iniciales en el primer episodio psicótico, en concreto un proceso inflamatorio activo celular en el inicio de la enfermedad.
La investigación, publicada en la revista Schizophrenia Bulletin, abre la posibilidad de un futuro uso de medicamentos antiinflamatorios en el tratamiento de la esquizofrenia, según informa la universidad en una nota de prensa.
Para ello, se analizaron los linfocitos de 117 pacientes con brote de psicosis inicial ingresados en diferentes hospitales y los compararon con los de 106 personas sanas.
Se detectó un aumento de los marcadores proinflamatorios y un descenso de los antiinflamatorios. Y al medir los factores indicativos de inflamación en las células (en el núcleo y en el citoplasma), se observó que su presencia es distinta en los linfocitos de los pacientes con un primer episodio de psicosis.
Uno de estos factores es la prostaglandina 15dPGJ, un regulador importante de la respuesta antiinflamatoria, que aparece con sus niveles disminuidos ya desde el inicio de la enfermedad, añade la UCM.
El estudio se centra ahora en la evolución de ese proceso inflamatorio a lo largo del tiempo, y el profesor Leza, catedrático de Farmacología y coordinador del trabajo, ha anunciado que se publicarán en breve los resultados de la evaluación a los pacientes durante los seis meses siguientes al inicio de la enfermedad.
Junto a la UCM y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), participan en el estudio investigadores de la UNED y de las universidades de Cádiz, Barcelona, Zaragoza y Oviedo.
También participan los hospitales universitarios 12 de Octubre y Gregorio Marañón de Madrid, Clínic de Barcelona, Clínico de Zaragoza y Universitario de Álava, y el Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer de Barcelona.