El 2020 estuvo marcado por el home dating y las citas virtuales, tendencias que no parecen desaparecer del todo, aunque ya se pueda vivir con cierta normalidad
El mundo de las citas o dating lleva tiempo transformándose, pero ha sido durante y después de la pandemia que más ha sufrido cambios. Una transformación que señala indiscutiblemente hacia el mundo digital. Un mundo donde las citas ya no son cara a cara y donde para encontrar pareja se recurre a apps y páginas web de lo más variadas.
Las aplicaciones de citas no solo son el medio más usado hoy en día para ligar y encontrar pareja, sino que se han convertido en un nicho de mercado muy atractivo para muchas compañías. Nombres como Meetic, eDarling, Match, Badoo o el famoso Tinder son de sobra conocidos y utilizados por millones de usuarios en todo el mundo.
Es tal la variedad de aplicaciones y sitios web que páginas como trendigitaltech ofrecen la posibilidad de descargar tinder gratis para disfrutar de todas las ventajas de ligar en línea. En esta plataforma tecnológica no únicamente se da una explicación detallada de cómo utilizar la aplicación, sino que también se ofrece una comparativa con otras apps de citas.
Las tendencias del dating para el próximo año
Los estudios de tendencias que realizan diferentes empresas propietarias de apps de citas concluyen que el cambio que se ha introducido desde la pandemia no ha sido algo temporal. El home dating, el slow dating, los carpe-daters o los ego-daters son términos que ya se utilizan de forma habitual entre los usuarios y que están redefiniendo el mundo de las citas.
Con el home dating comenzó una corriente de citas desde casa que proliferaron en pandemia y cuyo objetivo era encontrar matches de cara al levantamiento de las restricciones de movilidad. Quienes no querían dejar de ligar debido al confinamiento o simplemente querían llenar sus horas de soledad, probaron a buscar posibles parejas online con la vista puesta en un momento futuro donde llevar a cabo un encuentro cara a cara.
Esta tendencia que parece justificada en tiempos de pandemia no ha perdido fuerza aun cuando las restricciones de movilidad han desaparecido. Muchos usuarios siguen prefiriendo hacer un sondeo previo desde casa antes de lanzarse al mundo real a conocer a alguien afín. Una vez más la digitalización se impone frente a las costumbres sociales convencionales.
En cuanto al slow dating surge como una especie de reivindicación de quienes, cansados de las apps de citas que solo promueven las relaciones de usar y tiras, prefieren dedicar más tiempo a conocer a una persona antes de pasar a una relación sexual o a descartarla por completo. En realidad, no es otra cosa que volver a los métodos tradicionales de sensatez a la hora de ligar, pero con la tecnología de por medio.
En un mundo donde todo se hace deprisa, se trabaja muchas horas, se entrena en poco tiempo se come rápido y se duerme poco y mal, las citas también han caído en la vorágine de las prisas la cultura del despilfarro. Obviamente, las aplicaciones por sí mismas no hacen ningún daño, son las personas que las usan quienes deciden qué usos darles. Por desgracias, la mayoría de ellas han decidido convertirlas en métodos de clasificación y elección a la carta de las personas, como si de productos de consumo se tratasen. Puntuar, descartar o elegir a alguien por una foto y 3 o 4 frases no parece muy humano que se diga, pero así funciona en la mayoría de los casos, de ahí que haya quienes renieguen de este tipo de citas para buscar otras formas más humanas de conectar.
Justo en ese extremo se sitúan los carpe-daters que son quienes han interpretado la pandemia como una especie de aviso del apocalipsis y convencidos de que les queda poco tiempo de vida se lanzan a ligar como si no hubiera un mañana. Las relaciones rápidas e intrascendentes se convierten para estas personas en su único objetivo y para ello las apps de citas son los instrumentos perfectos.
Los ego-daters, en cambio, lejos de lo que se pudiera creer, no son quienes absorbidos por el ego solo quieren satisfacerse a sí mismos, sino que más bien responde a un grupo de personas que han tenido tiempo para reflexionar y conectar consigo mismos. Quienes han aprovechado la pandemia para conocerse mejor y hacer un trabajo interno están más dispuestos ahora a abrirse y ser más honestos sobre lo que quieren y con quién lo quieren.
En cualquier caso, algo común a todos estos personajes que pululan en el mundo pospandemia es la tendencia hacia el hiberdating, un concepto que viene a definir a quienes se alejan de amigos y conocidos para centrarse únicamente en sus citas amorosas. Algo que por otra parte ha ocurrido desde que el mundo es mundo, pero que en la actualidad lleva aparejado un mayor aislamiento social.