Vigo, 21 nov (EFE).- Al menos la mitad de los coches que se fabriquen en el mundo dentro de quince años llevarán tecnología aplicada al sistema de transmisión desarrollada por la planta de GKN Driveline de Vigo.
El director de la planta viguesa de la multinacional de componentes de la automoción, Juan Antonio Lloves, ha pronosticado que de aquí a 2030 la mitad de los vehículos incorporarán, combinados, dos lanzamientos tecnológicos mundiales marca de la casa.
Se trata del PX-DTF, que ya está en el mercado a través del modelo Fiat 500, y del SX-6, que por primera vez llevará un Opel Astra a partir del próximo año.
A grandes rasgos, se trata de novedosas juntas, dentro del sistema de tracción que por primera vez fabricará íntegramente el grupo GKN, de menor tamaño que el habitual y que permiten un mayor rendimiento, lo que lleva aparejado un ahorro del combustible.
Lloves, tras la visita a las instalaciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y del conselleiro de Industria, Francisco Conde, ha destacado que estos dos lanzamientos se incluyen en el plan industrial 2014-2018 que pondrá a la fábrica de Vigo en disposición de «pelear» por mantener su actual producción.
Vende en 54 fábricas de 21 países y el año pasado facturó 190 millones de euros.
Lloves ha detallado que dicho plan industrial pretende «transformar» la fábrica de GKN Driveline Vigo desde un punto de vista tecnológico, de renovación de maquinaria y de optimización de flujos, y prevé una inversión de 17 millones de euros, de los que la mitad, ha dicho, «recaerán» en proveedores gallegos.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha puesto en valor la apuesta por la innovación de la planta viguesa de GKN Driveline, con 41 años de historia y que en estos momentos tiene en plantilla a 870 trabajadores tras superar un ERE suspensivo en 2009 que también afectó a la directiva.
Lloves ha puntualizado que entonces no se redujo la plantilla pero en el año que duró aquel ERE se perdió el 40% de la actividad que, hoy por hoy, ya ha recuperado.
Feijóo ha hecho hincapié en que la innovación, que distingue «a las compañías del futuro de las del pasado», le ha permitido competir contra bajos salarios y diferentes condiciones laborales en los países que son los principales competidores en la industria de la automoción.
También ha alabado que GKN Vigo «no se conforma con ser de las mejores» sino que está sentando las bases para seguirlo siendo en el futuro, y que se trata de un ejemplo de «lo que queremos hacer» desde la Xunta, que, ha recordado, ha movilizado entre 2009 y 2014 más de 630 millones de euros en programas de innovación.
El presidente de la Xunta ha recalcado también que a pesar de que la industria gallega de la automoción «sería diferente» sin la planta de PSA Peugeot Citröen en Vigo, las empresas de componentes tienen que vender a otras marcas «para que la seguridad del empleo no dependa solo de una multinacional».
En este sentido, ha vuelto a poner como ejemplo a GKN Driveline, de cuyo volumen total de producción, solo el 3% o el 4% tiene como destino a la multinacional francesa.
Se trata, según Feijóo, de un «círculo virtuoso»: ser líderes y vender «desde Vigo» a clientes de «todo el mundo».