(dpa) – La planta de Volvo en Chengdu -la mayor del fabricante sueco en China – funciona ya al cien por ciento con energía eléctrica renovable, lo que eleva el uso de energía verde en toda su red de producción al 80 por ciento.
La fábrica obtenía ya el 70 por ciento de su electricidad de fuentes renovables. Volvo ha conseguido alcanzar el cien por ciento gracias a la firma de un nuevo contrato de suministro eléctrico que permite reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la planta en 11.000 toneladas anuales.
Así, alrededor del 65 por ciento de la electricidad utilizada por Chengdu procede de la energía hidroeléctrica mientras que el resto del suministro se obtiene de energía solar, eólica y otras fuentes renovables.
«Nuestra ambición es reducir nuestra huella de carbono a través de acciones tangibles y concretas», acotó Javier Valera, responsable de Operaciones Industriales y Calidad de la compañía.
La intención de Volvo Cars es que los consumidores identifiquen sus vehículos con la premisa de «mínima huella de carbono».
En 2018, la planta de motores Skovde en Suecia fue la primera de la empresa en alcanzar la neutralidad en carbono. La compañía ha anunciado que las energías renovables cada vez estarán más presentes en sus fábricas.
Volvo Cars, que está superando cada vez más a sus competidores en términos de ahorro de combustible en modelos como el XC90 -SUV con tres filas de asientos- indicó en un comunicado que su ambición es lograr un proceso de producción completamente neutro en 2025.