España siempre ha destacado por ser un destino turístico de primera clase, donde al igual que destacan sus playas y su clima, sus gentes amigables y alegres, sus hermosos pueblos y sus rutas con encanto, su gastronomía también es un reclamo igual de importante para turistas y visitantes. Tenemos la suerte de vivir en un país con un emplazamiento privilegiado que cuenta con una gastronomía de gran riqueza.
La famosa Dieta Mediterránea
La Dieta Mediterránea se basa en el disfrute de la buena mesa de manera saludable, lo que la ha llevado a ser declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Esta dieta se basa principalmente en el consumo de aceite de oliva, vegetales y productos frescos de temporada, siendo todo un ejemplo a seguir en alimentación, ya que cuidamos de nuestra salud al tiempo que deleitamos a nuestro paladar. España, como todos sabemos, es una de sus mejores representantes.
La Dieta Mediterránea se basa en una alimentación equilibrada y completa que tiene como principios la simplicidad en su elaboración y el empleo de productos frescos, locales y, a ser posible, de temporada. En España podrás disfrutarla de varios modos: saboreándola en sus restaurantes, descubriendo sus productos en los mercados o compartiendo una comida hogareña en compañía, por ejemplo.
Una dieta muy española
La Dieta Mediterránea es sin lugar a dudas la base de la gastronomía de España y encontrarás muchos de sus principios representados en los principales platos españoles.
El aceite de oliva es el principal condimento de la Dieta Mediterránea. El oro verde es uno de los nombres que se le da a este majar, tan rico como saludable, que aporta a los platos un sabor único e inconfundible.
Son conocidos sus numerosos beneficios, especialmente para el corazón, y España no es solo una de sus principales productoras, sino que una gran mayoría de sus deliciosos platos están impregnados de su sabor.
Puedes degustarlos en platos tan típicos y famosos como el gazpacho o el salmorejo, pero seguro que ni te imaginabas que también puedes encontrarlo en unas deliciosas salchichas al vino tinto, porque así somos es España. Los españoles hacemos de unas simples salchichas todo un manjar con una extraordinaria receta de salchichas al vino. Entra en www.salchichasalvino.com y compruébalo por ti mismo, verás que entre sus ingredientes no falta el toque especial del aceite de oliva que junto al vino, la hacen tan especial.
Otros componentes esenciales dentro de la Dieta Mediterránea son las frutas, las verduras, las legumbres y los frutos secos. Estos alimentos nos aportan multitud de vitaminas y fibras y España también es un país que destaca por el cultivo de estos productos.
Algunas de sus huertas más famosas y conocidas se localizan en Murcia, Navarra, Andalucía, Baleares y Comunidad Valenciana. De esta última, son muy conocidos sus cítricos, las famosas naranjas de la Huerta Valenciana. Otras frutas indispensables, aunque no las únicas, son los plátanos de Canarias o las fresas de Huelva o de Aranjuez (Madrid), por no hablar de deliciosas las uvas de Vinalopó o los melocotones de Calanda (Aragón).
En la Dieta Mediterránea también se incluye el consumo de cereales y sus derivados como una excelente fuente de energía. En este sentido, en España destacan las recetas a base de arroz, sobre todo en la Comunidad Valenciana, donde el plato estrella es la famosa paella.
Las carnes se consumen en pequeñas cantidades en los pueblos del Mediterráneo y siempre se prefieren los cortes más magros. Las aves de corral representan una fuente de proteína magra muy aconsejable, ya que no contiene los altos niveles de grasas saturadas que se encuentran en otros tipos de carne.
Se consumen habitualmente carnes de animales que pastan libremente, lo que otorga una calidad a la carne inigualable, libre de la cantidad de grasa no saludable que acompaña a los animales que han sido alimentados con pienso y encerrados en granjas intensivas.
Las aves de corral y las carnes rojas que habitualmente se consideran parte de la Dieta Mediterránea tradicional son: el pollo, el pato, gallinas de guinea, la cabra, el cordero, la carne de cerdo y la carne de res. Son muchos los beneficios de la carne de res y las propiedades de la carne de res a ellas adheridas, si quieres conocerlas entra en el enlace que acabamos de reseñar.
Otros de los productos que forman parte de la alimentación diaria en la Dieta Mediterránea son los lácteos, el pescado azul y el marisco y se recomienda el consumo moderado de huevos. Para lácteos nada mejor que un buen queso manchego, para el pescado azul nos quedamos con el pescaito frito de Andalucía y para los huevos nada mejor que una buena tortilla española.
Beber vino de forma moderada también es un hábito muy saludable que entra dentro de la Dieta Mediterránea. Y aquí para gustos, los colores, ya que en España lo que te resultará más difícil será elegir entre todos sus excelentes caldos. Uno de los que más fama ha cosechado a nivel internacional ha sido la D.O. de La Rioja, pero puedes degustar muchos más.
El aceite de Oliva
Aunque ya hemos mencionado al aceite de oliva como componente esencial dentro de la Dieta Mediterránea, este elemento merece un apartado especial para hablar de sus magníficas propiedades.
Antes de seguir, visita la web de Oliva del Sur: https://olivadelsur.com/es/ si quieres comprar aceite de oliva online de máxima calidad, pues encontrarás las mejores marcas de aceite de oliva del mercado actual a un precio excelente.
El aceite de oliva se utiliza para cocinar, asar, hornear, saltear, freír o aliñar, siendo la principal grasa dentro de la dieta mediterránea. Su composición única le otorga una alta resistencia a las temperaturas de cocción.
También se consume crudo en platos típicos y famosos como el alioli, que consiste en una salsa a base de ajo y aceite de oliva, así como en marinados de verduras y en diversos aliños.
Se emplea en la preparación de sopas y guisos, se usa para la elaboración de diversas masas y pastas. A orillas del Mediterráneo, es muy típico untar el pan con aceite de oliva, base sobre la cual se elaboran los panes más sabrosos.
El mejor aceite es el extra virgen, pues es el que nos proporcionará las mejores propiedades, es más rico en grasas saludables, vitamina E, antioxidantes y otros compuestos beneficiosos. Entre sus propiedades destacamos su prevención en las enfermedades cardiovasculares, su función digestiva, la gran ayuda que supone para combatir el estreñimiento, su alto valor a la hora de mineralizar los huesos y su protección frente el envejecimiento celular, favoreciendo, con carácter general, la longevidad y la calidad de vida.