La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha lamentado que este martes el Parlament haya aprobado la Ley del impuesto sobre estancias turísticas y de medidas de impulso del turismo sostenible y ha considerado que las decisiones que se están adoptando en Baleares «restringen la inversión y, por tanto, la aportación al bienestar y al valor social».
En un comunicado, los hoteleros han dicho apelar «a la responsabilidad, a la planificación de una política turística del destino Baleares que permita la sostenibilidad del modelo basada en el impulso a la inversión, a través de la cual se podrá generar más y mejor empleo y sería posible la aportación de valor social a nuestra economía».
Según dicen, para que la inversión tenga lugar en la comunidad es imprescindible «no poner trabas al incremento de la rentabilidad empresarial turística» y apuntan que «sólo mejorando la inversión se conseguirá aportar valor social» ya que «todo lo demás son engaños continuados que van a traer graves consecuencias para la economía de Baleares».
Esto, dicen los hoteleros, queda patente cuando la norma aprobada este martes, en su Disposición adicional primera bis, insta a la regularización acelerada de los alquileres turísticos «sin tener en cuenta los efectos que ello tendrá sobre el medio ambiente, el bienestar y el territorio», ha afirmado la presidenta ejecutiva, Inmaculada Benito.
La FEHM critica que la política turística de Baleares se desarrolle «de espaldas» al sector empresarial. «No se ha inventado otra fórmula de crear empleo y, por tanto, mayor bienestar que no sea a través de las empresas», ha señalado Benito.
La patronal ha advertido que el texto normativo aprobado «ataca directamente a la competitividad global de Baleares». Según recuerda, la norma gravará a los visitantes de las Islas con cantidades que oscilan entre 0,5 euros y dos euros por estancia y día, una recaudación que, «a pesar de destinarse a un fondo denominado fondo para favorecer el turismo sostenible, su aplicación es desconocida».
«Se está moviendo una palanca de competitividad utilizando conceptos de competitividad antigua, como es la competitividad-precio, sin movilizar otras palancas que puedan compensar esa pérdida», ha concluido la presidenta.