(dpa) – Existen todo tipo de tortas, desde la Ombre Cake, la Naked Cake sin decoración en los bordes, la Drip Cake con perlitas largas en los costados y las Rainbow Cakes de pisos multicolores. Pero hoy la reina de las tortas es la Fault Line Cake. ¿Cuál es?
Lo primero: Es una gran recomendación para cualquiera al que le guste la repostería. La Fault Line Cake marca tendencia. Es una torta de tres pisos que tiene en el borde una línea «especial». El dibujo puede parecerse en algo a los quiebres geológicos que generan los terremotos.
«Es como si en el lado externo de la tarta viéramos su vida interna», comenta el presidente de los maestros pasteleros de Alemania, Gerhard Schenk. «La Fault Line Cake puede llegar a ser un desafío incluso para maestros pasteleros que quieran prepararla por primera vez», apunta Schenk.
La mejor organización
Es fundamental pensar cada paso antes de darlo, «sobre todo si uno es principiante. A ellos les recomiendo que no miren videos en Youtube mientras intentan prepararla, porque en los videos suelen omitirse detalles importantes», advierte la pastelera Sarina Roscher de Berlín.
Cuando Roscher quiere hacer esta receta sabe que tendrá que prepararla en dos parrtes. El primer día tendrá que hornear por la mañana el piso de la torta. Por la tarde, preparará la crema de manteca (mantequilla), untará los pisos y los pondrá uno encima del otro. Al día siguiente, es decir, el día en el que se servirá la torta, la decorará.
¿Qué piso lleva?
Lo ideal es colocar pisos de unos 20 centímetros de diámetro uno sobre otro, pero es importante que el medio sea un poco más pequeño, por ejemplo, de unos 18 centímetros. Se puede utilizar un bizcochuelo común. Si uno la hace por primera vez, puede servirse de palillos para darle mayor estabilidad a la torta.
Para preparar la crema hace falta mantequilla normal. Se la deja a una temperatura ambiente de entre 18 y 20 grados durante algunas horas para evitar que esté muy sólida. Se recomiendan estas temperaturas porque a más de 25 grados se derrite, y a menos de 18 se mantiene muy sólida.
A la francesa, a la italiana o a la alemana
Existen tres tipos de crema de manteca. La alemana se prepara con una crema de vainilla que se mezcla con la mantequilla previamente batida. Es más, bien podemos recurrir a los postrecitos de vainilla que se compran en polvo. El resultado es una crema más bien espesa y grumosa.
Roscher recomienda elegir la versión francesa, que tiene una consistencia más similar al mousse y se prepara con claras batidas a nieve y yemas. La versión italiana, en cambio, es igual pero sin las yemas. Si uno prefiere hacer una torta más liviana, puede utilizar queso crema untable batido con algo de azúcar.
Decoración: Frutas o deco de fantasía
La decoración no tiene límites. Cada uno puede dar rienda suelta a su imaginación, sea comprando perlas de azúcar, frutos abrillantados o pepitas de chocolate. Si todo apunta a decorarla con frutos rojos, vale la pena «pegarlos» a la torta con chocolate blanco para que no salgan volando.
Lo importante es colocar la torta en el frío entre paso y paso de la decoración. Podemos untar los bordes con la crema de manteca y colocarle perlas de azúcar, luego volver a pasarle crema por arriba y debajo con una manga y alisarlo con una espátula. Al final se decora esa última capa de crema. Para realzar esas «líneas falsas» sólo hay que mojar un pincel en colorante comestible y dibujar las ondas de la crema.
Por Annette Meinke-Carstanjen (dpa)