Düsseldorf, 15 mar (dpa) – La exportación de vinos se está convirtiendo en un negocio lucrativo para los viticultores alemanes, se desprende de las estadísticas presentadas por el Instituto Alemán del Vino.
El precio medio por litro obtenido en el extranjero -sin impuestos ni derechos de aduana- aumentó de manera continua en las dos últimas décadas, según los datos. En el año 2000 se pagaron 1,38 euros (1,56 dólares) por litro, diez años más tarde fueron 2,07 euros y la cifra se disparó hasta los 3,04 euros el año pasado.
«Las exportaciones valen la pena, también porque se pueden conseguir buenos precios en algunos mercados», señaló un portavoz del Instituto del Vino. La calidad del vino alemán mejoró, por lo que también se pueden exigir precios más altos, explicó.
Estados Unidos, los Países Bajos, Gran Bretaña y Noruega son los mayores compradores de Riesling, Pinot Noir y otros vinos alemanes.
Sin embargo, el volumen de negocios total de las exportaciones de vino se mantuvo constante. En 2018, los productores nacionales recaudaron 307 millones de euros, casi tanto como el año anterior.
Además, la cantidad producida cayó más de un cinco por ciento debido a una débil cosecha de vino, pero el precio subió.
Este domingo comienza en Düsseldorf la feria Pro Wein, considerada la mayor muestra de la industria del vino y licores a nivel mundial, en la que las exportaciones de vino será uno de los temas centrales.