(dpa) – El precio resulta atractivo. El disco de freno sale menos de la mitad. Pero el repuesto es falso. Y la presunta ganga puede convertirse en una compra muy peligrosa mientras se circula por la calle. ¿Cómo puede protegerse el dueño de un vehículo de estas malas compras?
En primer lugar: qué es un repuesto, quién puede fabricarlo y comercializarlo, así como las exigencias que debe cumplir una pieza, es regulado en su totalidad por un reglamento de exención por categorías de la Unión Europea (UE).
La imitación de muchas piezas puede hacerse legalmente, en tanto que cualitativamente sea equivalente a los repuestos del fabricante de automóviles.
El problema son los repuestos que se ven como originales, pero son cualitativamente mucho peores. Con frecuencia se falsifican repuestos de dirección, mecanismos de la correa de transmisión, bombillas, pastillas y discos de freno, así como filtros de aceite, gasolina y aire.
Los falsificadores trabajan en ello con una elevada precisión: junto con los repuestos, también se imitan frecuentemente el empaque, la marca de control y los hologramas de seguridad, explica Thomas Fischer, miembro de la junta directiva de la Asociación del Mercado Independiente de Repuestos (Vrei), que representa a los fabricantes de piezas de automóviles en Alemania.
Pero especialmente en piezas relevantes para la seguridad como frenos o dirección el material de menor calidad puede fallar en determinadas circunstancias y ocasionar accidentes. «Cuando el revestimiento del freno ya no envuelve bien, entonces esto puede tener un desenlace mortal», advierte Fischer.
Por lo tanto, insta a los consumidores a comparar críticamente los precios: «Cuando los repuestos en Internet tienen un precio demasiado conveniente, entonces es oportuno dudar», indica.
Para protegerse de repuestos falsificados, los automovilistas tienen que adquirirlos en fuentes serias, por ejemplo en un comerciante especializado conoocido o el propio taller, recomienda.
Los aficionados no deben intervenir en áreas relevantes para la seguridad, apunta Fischer, porque esto debe quedar en manos de un taller especializado, que también encarga el repuesto en el marco de la reparación.
Thomas Caasmann de la sociedad alemana de supervisión técnica (GTÜ) advierte del peligro de los repuestos falsificados sobre todo en llantas, piezas para frenos y chasis, así como componentes electrónicos. Entre estos se cuentan dispositivos de comando, sensores y sondas lambda.
Por lo tanto, recomienda comprar las piezas del fabricante o al proveedor de repuestos originales y no a negocios desconocidos en Internet.
Él asimismo apunta que el precio no lo es todo. «Cuando un repuesto es ofrecido a un precio extremadamente favorable, el vendedor no sabe lo que vale. O se trata de mercancía robada o falsificada. Entonces deben encenderse las alarmas», afirma. Ya prácticamente no existen gangas en este rubro, señala.
Las imitaciones malas y baratas pueden ser reconocidas por los clientes porque falta el nombre del fabricante, el distintivo de la marca y el empaque original. El comprador puede comparar la pieza presuntamente original con la presentación verdaderamente legítima. En el caso de buenas falsificaciones resulta difícil reconocer la imitación.
En general, hay que tener en cuenta que cada accesorio debe tener un permiso general de operación (ABE), una aprobación de ensamblaje o un peritaje del repuesto. Por lo tanto, está sujeto a un procedimiento de prueba prescrito y su producción a un sistema de gestión de calidad.
Si verdaderamente emana peligro de los repuestos falsos depende de qué pieza se trate. «Un silenciador del tubo de escape falsificado hará que en el peor de los casos sea ruidoso y no cumpla con los valores de combustión», señala Thorsten Rechtien de la empresa alemana de control y certificación TÜV Rheinland.
«Un disco de frenos en cambio puede quebrarse y generar un accidente», agrega Rechtien. Por lo tanto, aconseja a los automovilistas que compren los repuestos solamente a comerciantes serios y confiables.
Por Fabian Hoberg (dpa)