Iberia ha negado que el piloto del vuelo IB3316, que cubría ayer la ruta Madrid-Tel Aviv, anunciara por megafonía que el vuelo estaba en descenso para aterrizar en Palestina y ha achacado a un «malentendido» la polémica desatada en Israel por el supuesto mensaje del comandante, tras aterrizar en su destino.
Algunos testigos, citados por el diario ‘Yediot Aharonot’, señalaron que el comandante del vuelo cometió un error y dio la bienvenida en su mensaje en español refiriéndose a Palestina, según su versión, aunque en inglés hizo referencia a Tel Aviv.
La aerolínea, que abrió una investigación al respecto, concluye que en ningún momento el comandante mencionó la palabra Palestina. «Se siguieron los procedimientos establecidos en Iberia, donde se habla siempre de los aeropuertos de salida o destino, no de países, regiones o territorios, y se anunció por megafonía: «Queridos pasajeros, estamos en descenso para aterrizar en nuestro destino, Tel Aviv», aclara en un comunicado.
Iberia señala que los pasajeros hispano parlantes que viajaban a bordo en el avión con los que la aerolínea ha contactado confirman que fue ese el mensaje y recuerda que su misión es «únicamente» la de transportar a sus clientes de «forma segura y cómoda, sin otra consideración».
La compañía, que lamenta lo sucedido, considera que es fruto posiblemente de un malentendido de la similitud de sonido en español entre «aterrizar en nuestro destino, Tel Avi» y «aterrizar en Palestina, Tel Aviv». De hecho, el mensaje en inglés, apunta, no ocasionó ninguna confusión por la diferente pronunciación.
«Todo el vuelo y desembarque posterior se desarrollaron con absoluta normalidad, sin que ninguno de los pasajeros se dirigiera a la tripulación o a la escala para pedir algún tipo de explicación», concluye la aerolínea, que añade que el propio comandante salió a despedir a los pasajeros y a ayudar personalmente en el desembarque de un pasajero con movilidad reducida.
Iberia vuela a Tel Aviv desde hace más de 30 años. Actualmente, opera 13 vuelos semanales entre Tel Aviv y Madrid, conectando Israel con España y el resto de sus destinos en Europa, América y África.