La búsqueda de la calidez y de armonía son principios básicos que rigen la utilización del color, de la luz, de muebles más enseres decorativos y de la disposición que éstos tengan en el interior de un hogar. Pero, ¿qué hay del exterior?
La fachada, lo que está más a la vista, también habla de tendencias y de creatividad. Como sucede con el pavimento de las zonas exteriores de la vivienda, cumplen una función estética y funcional, lo que les exige ser agradables a la vista, resistentes y cómodos en cuanto a mantenimiento.
Que el resultado reúna tales características dependerá del material que se emplee, de su calidad y de que su colocación sea llevada a cabo por profesionales. Quien se plantee reformas en la estructura básica exterior de la casa, encontrará de utilidad información sobre la tendencia o las posibilidades.
Quienes carezcan de presupuesto, pueden renovar los elementos exteriores y darle un aspecto más innovador a la vivienda haciendo uso de la pintura. Combinar tonos neutros como blancos, negros o grises es hoy día muy habitual, aunque los más atrevidos pueden optar por amarillos y naranjas intensos que darán pinceladas muy cálidas. Además, el uso de jardines verticales, que aportan verdor en medio de entornos urbanos, también está aumentando.
La fachada, lo más visible
Elegir el material adecuado para el elemento arquitectónico más visible de la vivienda, la fachada, es fundamental si se quiere encontrar una imagen concreta. Las opciones son variadas, y el buen empleo de cada una dará como resultado una fachada que no dejará indiferente. En líneas generales, la tendencia sigue siendo minimalista, un estilo moderno y vanguardista basado en las formas geométricas, en lo rectilíneo. Siguiendo tal eje, los materiales empleados suelen ser sostenibles, cumplen con ciertas funciones en la búsqueda de la eficiencia energética y, además, son lo bastante cómodos y económicos.
Para el revestimiento y la decoración de la fachada se emplea, por ejemplo, cerámica. Empresas de referencia como Porcelanosa han desarrollado materiales resistentes como la colección STON-KER, un gres porcelánico que, según la marca, presenta “un excelente comportamiento, tanto técnico como estético”. No hay que perder de vista que es el elemento de la vivienda más sometido a las inclemencias meteorológicas, por lo que se debe garantizar su durabilidad y resistencia.
Las fachadas de madera, por otra parte, han sido desde siempre muy habituales. Otorgan a la vivienda un aspecto rústico y cálido, aunque combinado con ciertos materiales, colores y formas puede servir para dar originales toques a las formas geométricas. Sin embargo, hay que optar por un modelo que no se resienta con el paso del tiempo por el sol y a la lluvia.
Entre los tipos de fachadas, otras que nunca pasan de moda son las fachadas de piedra. Lo ideal, cuentan desde la cantera Explocan, es “escoger una piedra poco tratada y que mantenga casi intacta su forma original”. Es decir, fachadas que requieren de poco mantenimiento y que aportan un toque rural ideal tanto en el centro de la urbe como en el campo.
Otros materiales utilizados son los metales o el vidrio.
El pavimento exterior
Algo que también debe presentar resistencia, por estar sometido al factor meteorológico y al uso diario, es el pavimento exterior, esa capa dura y rígida que se coloca sobre el suelo. En este capítulo, señala Explocan, la piedra puede ser una excelente opción por la cuestión funcional y estética.
La piedra se utiliza desde la antigüedad en pavimentos, luego ha demostrado ser un material de larga durabilidad, resistencia y fácil mantenimiento. Utilizada en jardines, terrazas, áreas naturales o zonas de piscina, presente una armonía y una textura que se adaptan bien a cualquier espacio abierto. Entre otros atributos, es también antideslizante.
La piedra abarca un capítulo amplio en cuanto a posibilidades, puesto que se insertan en ella el mármol, la piedra natural, la caliza, la arenisca y la pizarra. En su stock de grosores dentro de la gama Dark Emperador, Explocan ofrece travertino, basalto, granito gris o piedra amarilla, luego tratadas de diferente forma. Más allá del pavimento, sus aplicaciones abarcan también los muros, zócalos, encimeras, baños, columnas o escaleras y suelos de interior.
No es la única posibilidad para el pavimento exterior. De hecho, la opción más utilizada son los suelos cerámicos y, dentro de ellos, el barro cocido el gres porcelánico o el gres normal, cada uno con sus ventajas específicas: si es el gres normal es más barato y sencillo al colocar, el gres porcelánico es más resistente. Y, aunque resistente, el barro es más sensible a las manchas.
La madera, por su parte, es más delicada que otros materiales para ubicar en el exterior, contando además con que, sea sintética o natural, su colocación requiere de especialización. Cuando se elige es por la singular belleza que aporta al espacio, por su homogeneidad y por lo cómoda que es en el uso.
El hormigón, por otra parte, es económico y fácil de limpiar, y aportará al exterior un toque moderno e industrial.