
(dpa) – Existe una alternativa al caldo instantáneo del supermercado: la pasta de verduras casera.
Para una pequeño acopio, alcanza holgadamente con un kilo de verdura. Puede componerse de la clásica verdura de sopa y restos de verduras, recomienda el Centro alemán Federal para Alimentación (BZfE) y explica cómo conseguirlo.
Lave las hierbas como el perejil, el romero, el tomillo, el levístico o la salvia, agite, seque y separe las hojas de las ramitas.
También debe lavarse la verdura, pelarla, limpiarla y cortarla en trozos grandes. Además de las zanahorias, el apio y el puerro, asimsmo pueden sumarse los tubérculos como la chirivía o el nabo, así como las cebollas, el ajo y los champiñones.
Luego procese las verduras y las hierbas con un utensilio de cocina adecuado hasta convertirlas en una fina pasta. Añada 10 gramos de sal por cada 100 gramos de verdura y una cucharada de aceite de oliva o de colza.
Luego coloque la pasta de verdura en tarros esterilizados para conservas, ciérrelos con firmeza y almacénelos en el refrigerador. Gracias a la sal, la pasta cruda puede mantenerse hasta un año.
Si la anterior alternativa no le convence, puede hervir las verduras finamente picadas, triturarlas y luego verterlas calientes en los recipientes.
Otra posibilidad -aunque más cara- es procesar la pasta en el horno hasta convertirla en polvo. Para ello, forre una bandeja de horno con papel de hornear, extienda la pasta vegetal sobre ella y seque durante unas horas a 70 grados.
Para ello deje apenas abierta la puerta del horno, para que pueda salir la humedad. Vuelva a pasar brevemente el polvo por la procesadora de alimentos y llene luego recipientes con cierre hermético.