Internet, la nube, los smartphones, todos estos elementos están estrechamente relacionados con la era de la información y que han dado paso a lo que se conoce como cuarta revolución industrial. Esto ha traído consigo un nuevo modelo de gestión empresarial, que algunos expertos han bautizado como industria 4.0.
En la actualidad, las empresas del mundo se enfrentan a los retos que estos nuevos modelos de gestión suponen. Sin embargo, la gran mayoría aún se pregunta ¿qué es la industria 4.0? Esto resulta alarmante ante la inminente presencia de la revolución industrial moderna en cada rincón del mundo globalizado.
La industria 4.0 es un término que pretende trascender la digitalización, para conducir las organizaciones hacia una cuarta revolución industrial basada en la automatización e interconectividad. Además, busca acercar oferentes y demandantes en un mismo mercado, reduciendo las cadenas de distribución.
En este sentido, la definición de la industria 4.0 es amplia y aún se encuentra en proceso de formación. Sin embargo, en la práctica ya es posible palpar su aplicación, aunque la totalidad de su alcance aún está por verse. El futuro dejará registro de los éxitos y fracasos de las empresas y su gestión ante esta cuarta revolución industrial.
Cuando se habla de industria 4.0 es preciso considerar la gestión global de las empresas en el escenario que esta revolución plantea. En definitiva, la introducción de tecnologías digitales no es suficiente para merecer el calificativo 4.0. Este término implica ciertas estrategias gerenciales que lleven a cabo el desarrollo de la industria moderna de manera integral.
Así, como toda revolución, la industria 4.0 es sinónimo de cambio. El reto de las empresas consiste en gestionar estos cambios sin perecer en el intento. Aquí la capacidad de adaptación de las organizaciones de los distintos sectores es clave.
En este sentido, las empresas capaces de promover e implementar el cambio adelantándose a las necesidades del mercado, lograrán dominar. Por el contrario, aquellas cuya gerencia carezca de la visión necesaria corren el riesgo de desaparecer.
Ejes de la revolución industrial 4.0
La nueva industria 4.0 se desarrolla entorno a procesos articulados entre sí, cuya administración resulta determinante en el éxito esperado.
Big data
El Big Data implica el análisis de grandes cantidades de datos de manera disgregada, que de otra forma sería imposible procesar. Este se basa en el Internet de las cosas para gestionar los datos registrados continuamente. De manera tal que la revolución 4.0 es ante todo la revolución de la información.
Cloud Computing
Este término hace referencia a todos aquellos servicios de computación obtenidos desde la red. Esto permite reducir el uso de recursos físicos por parte de las empresas, optimizando costes y procesos subyacentes. También es este factor el promotor fundamental de la conectividad constante e interactiva.
Internet de las cosas
La piedra angular de la industria 4.0. Permite la comunicación entre máquinas con el fin de identificar problemas y soluciones de forma automática. Este eje permite el uso de recursos y la obtención de resultados con una muy mínima intervención humana.
La industria 4.0 también abarca de manera fundamental los procesos ciberfísicos y la seguridad de sistemas y redes informáticos. Adicionalmente, la industria 4.0 tiene el reto de integrar todos los procesos vinculados para generar la sinergia necesaria en su gestión.
Gestión de la información en la industria 4.0
Siendo el big data un aspecto clave de la industria 4.0, el tratamiento que se da a la información resulta determinante. Por ello, aspectos como la transparencia en la gestión de datos es tan importante.
En este aspecto, se considera información a los datos suministrados por los clientes, por el internet de las cosas, el mercado y la organización misma. Toda esta información debe ser protegida y respaldada de manera física y virtual.
De esta manera, la información estará al alcance de quienes precisan hacer uso de ellas. Pero resguardada de terceros y entes poco confiables. En la industria 4.0 la información siempre aporta un valor agregado, allí su poder y relevancia. Esto la convierte en un importante activo para las empresas.
Por tanto, el manejo de esta información posibilita la toma de decisiones acertada. Esto se conoce como data mining y es clave para el éxito de la industria 4.0. En este sentido, la toma de decisiones se fundamenta en el análisis de la información obtenida del entorno.
A su vez, el reconocimiento de la información como activo invaluable, conlleva el redimensionamiento del talento humano. En este particular, es la capacitación continua la principal necesidad de las industrias 4.0. Pues, la tecnología y el conocimiento avanzan velozmente, es preciso contar con personal capaz de mantener el ritmo de la innovación.
Por ello es menester tanto de las organizaciones como de los individuos velar por la constante formación. E incluso fomentar el desarrollo de investigaciones que se anticipen y proporcionen nuevos conocimientos. Estos a la larga implican ventajas competitivas y la optimización de los procesos.
Eficiencia energética, el gran reto de la industria 4.0
Históricamente, las revoluciones industriales han desencadenado el uso indiscriminado de los recursos energéticos disponibles. Sin embargo, la llamada industria 4.0 promueve prácticas y métodos energéticamente eficientes. Esto viene aportando soluciones a nivel industrial y doméstico.
La naturaleza progresista de esta nueva industria ha permitido construir sólidos cimientos en la optimización de los procesos y los recursos empleados. Ante tales objetivos la necesidad de desarrollar tecnologías que supervisen y regulen el consumo de energía se ha vuelto crucial. Esto ha llevado al desarrollo de procesos industriales de manufactura y distribución sostenibles.
En este sentido, las industrias marchan hacia la creación de modelos sostenibles. La prioridad que ha otorgado la revolución 4.0 a las energías renovables y la protección del medio ambiente, no tiene precedentes.