(dpa) – A la hora de comprar una memoria para la cámara, la cámara de acción o la videocámara podemos ahorrar bastante dinero. ¿Cómo? Comprando varias tarjetas de memoria SD con menos espacio de almacenamiento en lugar de una única grande.
Si calculamos el costo de la tarjeta por gigabyte (GB) veremos que, por lo general, cada GB en una tarjeta de 1.000 GB (1 terabyte) cuesta casi el doble que 1 GB en una memoria SD de 128 GB.
Además, tener varias memorias resulta mucho más seguro. Si llegáramos a perder la cámara, si nos la robaran o si surgieran problemas de guardado u otros defectos, al menos no perderíamos absolutamente todos los datos, como sucede cuando tenemos una única memoria.
Este consejo incluso vale para las filmaciones, porque las tarjetas SD no pierden calidad aunque sean más pequeñas. Una memoria de 128 GB sigue siendo suficiente para grabar tres horas (3840 a 2160 píxeles) y 60 fotogramas por segundo, dependiendo de cómo sea comprimido y de la tasa de bits. Es más: puede que se agote antes la batería de la cámara que la memoria.
Decisivo: Velocidad de escritura
Al comprar la tarjeta lo decisivo no será tanto el tamaño de la memoria sino la velocidad de escritura, en particular para tomas de video, porque si la tarjeta no da abasto con los tiempos, pueden aparecer fallas en la imagen o incluso interrumpirse la grabación.
Si uno apunta a hacer videos en full HD (1290 a 1080 píxeles) puede buscar tarjetas del tipo U1 y/o V10. Si uno quiere, en cambio, hacer videos ultra HD de 60 fotogramas por segundo, tendrá que apuntar a tarjetas de mucha mayor velocidad de escritura. En esos casos se recomiendan las memorias U3 y/o V30.