Hay quienes lo atribuyen a la bonanza del clima, variado y lleno de contrastes pero amable al fin y al cabo en estas latitudes, con muchos días de sol a lo largo del año y, por tanto, con la luz que invita al intercambio y al aprendizaje constante de sus habitantes. También quienes defienden que es debido al cruce de caminos que históricamente ha sido la península Ibérica, paso y estancia para multitud de civilizaciones que dejaron su mejor poso enriqueciendo el ADN patrio. Lo cierto es que a lo largo y ancho del mundo se habla del talento español y de lo productivos y creativos, de lo buenos que son los trabajadores españoles en todos los campos profesionales. Es tangible y constatable tanto dentro como fuera de nuestro país.
España ha sido tradicionalmente cuna de talentos. Al margen de ver o escuchar en los medios de comunicación cómo determinados deportistas triunfan por todo el planeta o nuestros cocineros se posicionan entre los más importantes chefs, hay otros muchos españoles cuyo talento es desconocido para la mayoría de sus conciudadanos. Despuntan en infinidad de disciplinas tales como la ingeniería, informática, música, diseño, arquitectura, medicina o tecnología. Muchos hicieron las maletas y se abrieron paso en sus destinos de modo que, cuando han vuelto para visitar a la familia, han comprobado con pesar que aún queda mucho por hacer para continuar su proyecto de vida en la tierra que les vio nacer.
Los hay, por el contrario, que se quedaron para aguantar el azote de la crisis contra viento y marea de manera que, tirando de imaginación y osadía, consiguieron abrirse camino en el siempre complicado mercado de trabajo. Quizá porque entendieron ese nuevo contexto donde en la ‘zona de confort’ quedan muy pocos y están en vías de extinción. Así, con conocimiento, talento y una actitud pro-activa han florecido numerosos proyectos con exitosos resultados de negocio. Hasta tal punto, que son modelos de referencia, ejemplo a seguir por muchos jóvenes que ya empiezan a dudar si hacer el equipaje.
La innovación como uniforme
Ser singulares, únicos y competitivos. Esa es la visión y misión de esa una nueva hornada de jóvenes que han optado por quedarse. Sus ideas son puentes entre el talento que poseen y los nichos empresariales por rellenar, que haberlos haylos. Hace un año, una empresa instaló un sistema de dispensación automatizada de uniformes hospitalarios y quirúrgicos, una dispensadora ropa con cotas de eficiencia y ahorro que han logrado llamar la atención dentro de los órganos de decisión del sistema sanitario, público y privado.
El sistema es sencillo y se vale de un dispensador uniformes. Tanto para obtener el uniforme como para devolver las prendas usadas, el trabajador dispone de una tarjeta identificativa en la que previamente se han registrado las necesidades de ropa según la categoría profesional y el servicio. Una de las grandes ventajas es que se adecúa el consumo de material a las necesidades reales consiguiendo la máxima disponibilidad de uniformidad para los usuarios, ya que en todo momento (todos los días y a cualquier hora) se tiene la posibilidad de obtener ropa limpia y devolver las prendas manchadas. Con ello, se incrementa tanto el confort del trabajador como la higiene del centro hospitalario. Además, el sistema garantiza que cada usuario esté correctamente uniformado según su categoría profesional y servicio, lo que ayuda en la identificación de los trabajadores.
Sirve igualmente como expendedora pijamas u otras prendas en hospitales, residencias, fábricas, lavanderías o tintorerías. Sus creadores están detrás de La Fábrica de Software, una empresa especializada en sistemas informáticos, programas, software, ordenadores, antenas lectoras, sistemas de marcado, etiquetas y todo lo necesario para la gestión y control textil. De la imaginación a la realidad en aras de la eficiencia y el ahorro en las empresas.
La propuesta de La Fábrica de Software es un golpe en la mesa contra la fuga de talentos. En lugar de doblar la ropa para meterla en la maleta, sus responsables se han puesto el traje de la innovación y han hecho posible, entre otras creaciones, dispensar uniformes con un solo clik, dando respuesta de esta forma a las necesidades de grandes empresas e instituciones.
Ellos encarnan a esa hornada de emprendedores que se rebelan y se crecen ante las dificultades. Han conquistado el futuro y se han ganado el presente revertiendo el efecto de la crisis. Puede que lo que están imaginando sea posible, que haya más cerca de lo que piensa unos valientes prestos a conseguir que ese sueño pueda tocarse y hacerse realidad.