(dpa) – Las especias, sobre todo si son frescas, aportan a muchas comidas ese toque diferente, el que las distingue. Pero el aroma sólo se logra si se utilizan en el momento adecuado, destacan los expertos.
La mayoría de especias no tienen demasiada complicación y pueden soportar una temperatura alta, es decir que pueden ser añadidas a la comida desde el principio de la cocción, como es el caso del curry, el hinojo, la cúrcuma, la pimienta en grano, el laurel, la canela o el comino.
Pero quien opte por sabores más intensos como el anís o los granos de mostaza, conviene tostarlos antes de emplearlos. Las hierbas aromáticas de hoja como el estragón, el orégano y el tomillo intensifican el sabor ya durante la cocción.
Y cuando se trata de los chiles, el picante se acentúa con el paso del tiempo. El pimentón en polvo, sin embargo, reacciona con un retrogusto amargo si cocina a altas temperaturas.
Las especias más delicadas como la albahaca, la mejorana o el ajo silvestre requieren de poca cocción. Se incorporan en los últimos minutos para que no pierdan su aroma, lo mismo que el jengibre, el azafrán y la pimienta de Cayena.
Algunas hierbas como el perifollo, el eneldo y el cebollino son tan sensibles que no habría ni que calentarlas. Se emplean justo antes de servir y se espolvorean sobre la comida.