Ha llegado el frío a todo el país y eso se nota, sobre todo a la hora de tomar un baño o una ducha, cuando nuestros cuerpos desnudos no reciben la temperatura a los niveles de calor que serían deseables.
Es entonces cuando nos percatamos de la antigüedad de nuestra vieja caldera, del poco rendimiento que ofrece y nos planteamos seriamente la posibilidad de cambiarla por una mejor, más moderna, más efectiva o más ecológica y que optimice el consumo.
Para elegir bien la caldera que más nos interesa, vamos a realizar una pequeña investigación sobre los modelos que podemos encontrar en el mercado. Con un poco de información al respecto siempre estaremos más cerca de acertar en nuestras decisiones, más aún cuando hablamos de aparatos que influyen en la seguridad y en la comodidad de nuestras familias.
Tipos de calentadores para el hogar
Existen tres aparatos domésticos básicos para calentar el agua; la caldera, un calentador de gas y un termo eléctrico y su diferencia principal radica en que el primero también sirve para alimentar la calefacción general de una vivienda, mientras que los otros dos solo cumplen la función de generar agua caliente, diferenciándose estos dos últimos en la forma de producir la temperatura del agua y su disponibilidad.
La Caldera
Estas máquinas calientan el agua en su interior y con este agua caliente consiguen alimentar el sistema de calefacción de todo el hogar, mediante la previa instalación de suelo radiante o de radiadores dispuestos y distribuidos por toda la vivienda. Dependiendo del método empleado para producir esta agua podemos encontrar distintos tipos de calderas:
Mixta instantánea, la cual genera agua caliente según necesidad. Es esta la caldera más habitual en los hogares. La mixta con acumulador que incorpora un acumulador de agua caliente para tenerla disponible en cualquier momento. Algunos modelos son capaces de producir agua al instante cuando se agota el agua caliente existente en el acumulador y tienen unas prestaciones similares a las mixtas instantáneas. Y por último, las que solo proporcionan calefacción, para producir agua caliente tendría que incorporarse a la instalación un acumulador externo a la caldera.
Según el tipo de combustible que use la caldera podemos dividirlas en aquellas que usan combustibles gaseosos (gas natural, propano, butano…) y aquellas que usan combustibles líquidos. En este sentido, si queremos comprar calderas de este tipo y queremos la mejor caldera de gasoil, solo tenemos un lugar al que dirigirnos; Mundo Junkers es la tienda especializada en estas calderas, las que mejor precio ofrecen y las que financian la compra sin intereses.
Y es que las calderas de gasoil son los sistemas de calefacción más demandados en la actualidad. Este sistema quema el combustible para generar el calor, el cual pasa por un circuito de transporte hasta llegar a los emisores, quienes proyectan el calor directamente al interior de las estancias. Existen tres tipos de calderas a gasoil; las calderas atmosféricas, las estancas y las de condensación, que son las que consiguen mayor eficiencia.
Calentador de gas
Estos calentadores generan ACS (agua caliente sanitaria). Gracias a su sistema, logran hacer pasar el agua fría de la red exterior por un serpentín que se va calentando progresivamente gracias a la combustión de gas.
La ventaja de los calentadores de gas es que se dispone de agua caliente por tiempo ilimitada, mientras exista gas en los recipientes o bombonas. En cualquier caso, sí que es cierto que los calentadores tienen un límite de producción de litros por minuto, aunque esto puede variar según el modelo instalado. Es un factor muy importante a la hora de decidir cuál elegir, pues se han que tener en cuenta las necesidades de nuestra casa y de nuestra familia a la hora de elegir el aparato para calentar el agua y que no se quede corto en cuanto a suministro, ni por el contrario sea un desperdicio económico por exceso.
Lo más habitual en este sentido es elegir entre 5, 10 y 15 litros, aunque para casos especiales existen modelos de 18 y 24 litros por minuto. Si quieres calcular el número de litros por minuto que necesita tu hogar, tendrás que tener en cuenta tanto el número de personas que componen la familia como el número de puntos en los que se tiene acceso al agua. Estos son los baños, la cocina y el fregadero.
Termo eléctrico
El principal defecto que encontramos en los termos eléctricos es la cantidad tan limitada que podemos acumular dentro de su interior y esto es debido, lógicamente, al tiempo que cuesta calentar agua mediante una resistencia eléctrica, lo que, además, la hace poco viable para producirla de forma inmediata. Por eso, se hace necesario acumularla a una cierta temperatura constante y adecuada a la espera de ser consumida, con el consiguiente gasto en la factura eléctrica.
Aproximadamente el tiempo que se necesita para que se recupere de agua caliente puede variar entre 1 y 3 horas. Así que es vital saber con exactitud qué dimensiones de este termo vamos a necesitar, puesto que una vez consumida toda el agua caliente habrá que esperar un tiempo para que vuelva a regenerar agua caliente.
Por si fuera poco, los termos eléctricos suelen ser poco eficientes energéticamente, debido a que su resistencia eléctrica requiere un consumo elevado, aunque, como es lógico, esto dependerá de la capacidad y del modelo, algunos pueden llegar a necesitar de los 2500W.
Igualmente, habrá que calcular la cantidad de puntos de consumo y las personas que habitan en la vivienda, para optimizar el servicio, acertando con la compra del mejor termo eléctrico.