El presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos (AEAT), Tom Smulder, ha abogado este lunes por mantener el uso del suelo en la zona turística del sur de Gran Canaria al considerar que sería «idóneo» porque en el caso de los núcleos turísticos más veteranos fue «elegido en su momento como tal por su situación estratégica».
Smulder señaló que «siempre» han defendido el «buen uso» del suelo en la zona turística del sur de la isla. Además, apuntó que actualmente debe defenderse la «idoneidad» del uso del suelo, ya que se trata de una «posición que es compartida por los fieles usuarios turísticos y sus touroperadores», según informó la AEAT en nota de prensa.
En este sentido, subraya que debido «a la falta de una adecuada y continuada gestión transparente y coherente» de las administraciones y coincidiendo con ciclos de «debilidad económica», así como por la «falta de unión interna» en el seno de los complejos extrahoteleros para gestionarlos bien en otros momentos, se ha producido el afincamiento en dicho suelo turístico de personas residentes de diferente índole y nacionalidad como trabajadores de la zona, veteranos turistas y canarios convirtiendo su familiar unidad turística en segunda vivienda.
Asimismo, matiza que ante la «distensión» de las cifras aportadas por diferentes partes, apunta a las cifras oficiales del padrón municipal y de los registros oficiales como las que «deben confirmar con exactitud la realidad del sector» para que lo que debe ser referencia obligatoria el Registro de la Propiedad y el del Patronato de Turismo en cuanto al uso «real» de las unidades alojativas en el sector para evaluar «adecuadamente» la situación.
Por otro lado, aseguró que desde la AEAT se ha hecho un «gran esfuerzo» desde agosto por propiciar un dialogo para evaluar la situación real de la «forzosa» convivencia entre el propietario residente y el sector empresarial que califica de «difícil» por ponerse «en cuestión el respeto personal y las normas».
Esto, añaden, revierte de forma «negativa» en la conservación de los complejos. Además, afirman que es «difícil» dicha convivencia porque «ahora por acumulación, el uso residencial ‘tumba’ el uso inicial turístico, requerido en esta zona preferencial y en su conjunto de gran valor para la economía» de las islas.
Al respecto, critica la situación creada en un complejo turístico porque «imposibilita» la gestión turística para cumplir con distintos criterios «óptimos» de calidad. De todos modos, reconoce que el alquiler turístico ilegal sumergido «sí es muy perjudicial para el gestor turístico legal y solo súper rentable para el que peca por todos conceptos de la legalidad y solidaridad».
Entre las soluciones que aporta la AEAT se encuentra la convicción de que parte de los residentes actuales en complejos turísticos (los trabajadores del sector, residentes) «estarían probablemente dispuestos a moverse a otras zonas periféricas donde la lejanía del mar, por ejemplo, se compensase por más espacio de vivienda y mejores dotaciones»; así como que las nuevas viviendas en dicha zona podrían ser de nueva construcción o ubicadas en complejos existentes, más que semi-residencial, que servirían para ser un modelo ejemplar de renovación para lo residencial definitivo y total.
En este sentido, considera que sería el «principio de la sinergia en la estimulada solución pacifica», que es «más real» que el predicado «forzoso convivir» en lo que es lo «casi incompatible entre sí, ni por todas las buenas intenciones que se den».