
(dpa) – Los salones del Automóvil de Shanghai y Nueva York se celebraron casi a la vez durante abril, con doce horas de diferencia pero que casi parecen décadas a la vista de las tendencias presentadas en uno y otro, con vehículos eléctricos en China y 4×4 y deportivos en Estados Unidos.
La Gran Manzana acogió del 19 al 28 de abril su Salón Internacional del Automóvil, en el que los protagonistas fueron grandes todoterrenos y coches deportivos que tuvieron en una marca alemana, Mercedes, al timón de las presentaciones, con un nuevo modelo GLS como buque insignia de su creciente flota de vehículos SUV.
Calificado como la Clase S de los vehículos todoterreno, el nuevo GLS crece hasta los 5,21 metros de largo y siete plazas, con más lujo y prestaciones. Incorpora un nuevo motor de gasolina V8 de 360 kW/489 CV. Al GLS le acompañó un GLC revisado, disponible en cuatro versiones, con la parte trasera inclinada, en versión coupé, y en versión AMG de hasta 375 kW/510 CV. Junto a ellos, en Nueva York fue presentado el CLA 35 AMG, con una potencia de 225 kW/306 CV.
Volkswagen también se presentó con sus novedades, como un pequeño «pick-up» para América Latina, que no entrará en el mercado estadounidense. Pero quiere satisfacer a los norteamericanos y al resto del mundo con una pequeña camioneta que está preparando en cooperación con Ford y que pronto reemplazará al Amarok.
En Porsche todo gira en torno al 911 Speedster, que mira hacia atrás. La marca alemana celebra su 70 aniversario fabricando coches deportivos con un descapotable radical de 368 kW/500 CV, limitando la producción a 1.948 unidades. El Speedster conmemora así el nacimiento del 356, con el que comenzó la historia de la marca en 1948.
Los fabricantes estadounidenses también siguen esta tendencia poco futurista. Cadillac presentó al sucesor del CTS, el CT5, convertido en un atractivo sedán de tamaño medio. Pero inicialmente sólo lo tendrá con motores convencionales. Ford introducirá en Estados Unidos al sucesor del Kuga, presentado en Europa como Ford Escape.
El Lincoln Corsair, con opciones híbrida y enchufable, es un paso adelante en este panorama retro, aunque muy tímido tras ver las docenas de vehículos todoterreno totalmente eléctricos presentados en Shanghai.
Las innovaciones con tecnología más convencional también provienen de Asia. El Highlander de Toyota, otro híbrido, es la próxima generación del todoterreno mediano. Subaru presenta una nueva edición del Outback, que debería llegar a Europa en otoño (boreal).
Hyundai presentó el Venue, con una longitud de poco más de cuatro metros, que redondea la franja inferior de su gama de todoterrenos. Oficialmente, este vehículo tiene el formato del Volkswagen T-Cross, pero destinado solo para Asia y América. En Europa, la marca coreana coquetea con un hermano rústico del Kona, según se pudo oir extraoficialmente.
Solo hubo dos momentos en los que se pudo ver algo futurista en Nueva York. Uno de ellos fue la entrega del premio al “Coche mundial del año”, en el que un jurado internacional compuesto por más de 50 periodistas especializados eligió al Jaguar I-Pace como el primero totalmente eléctrico tras la concesión del mismo premio a un Tesla.
El otro fue el estreno del Genesis Mint Concept, un estudio de un pequeño coche eléctrico a cargo de la filial de lujo de Hyundai, especializada en limusinas, que muestra que también puede ofrecer algo de diversión. De alguna manera este pensamiento fresco encaja con la marca, porque mientras Mercedes y compañía llevan más de 100 años de tradición con ellos, Genesis existe solo desde hace una década.
Por Thomas Geiger (dpa)