(dpa) – Si se le pide el nombre de un coche deportivo compacto, mucha gente piensa inmediatamente en el clásico Golf GTI de Volkswagen. Este tipo de compactos potentes, a menudo denominados «hot hatches» en el mundo anglosajón, también existen en el segmento de los coches eléctricos.
La marca británica MG, filial del gigante chino SAIC lleva ahora la idea del «hot hatch» a la nueva era con el MG4 XPower de 320 kW/435 CV, un compacto eléctrico con más potencia que otros deportivos y que deja atrás a muchos de ellos en el semáforo.
Con este modelo, MG incomoda al gigante alemán Volkswagen, que aún no ha conseguido trasladar el espíritu del GTI a su familia eléctrica ID. Al fin y al cabo, el ID.3 está limitado a 150 kW/204 CV y el prototipo presentado en el Salón Internacional del Automóvil en Alemania es más un deseo que una realidad.
Un segundo motor en el eje trasero hace posible esta proeza del MG4 XPower. Donde antes el motor delantero solo proporcionaba un máximo de 150 kW/204 CV, ahora los chinos han montado una segunda unidad de 170 kW/231 CV, lo cual aumenta la potencia a 320 kW/435 CV, mientras que el par máximo alcanza los 600 Nm en lugar de 250 Nm.
Con tanta potencia, el hecho de que vaya acompañado automáticamente de tracción a las cuatro ruedas apenas puede perjudicar. Esto no solo se nota en el arranque, sino también en las curvas, donde el MG4 da una impresión de confianza incluso a un ritmo rápido.
Es cierto que los motores eléctricos carecen de cualquier dramatismo y MG también se abstiene de incorporar un sonido artificial. Pero incluso sin cosquillas en los tímpanos, el potente propulsor no deja de surtir efecto: cuando los motores eléctricos se engranan con una potencia casi explosiva sin previo aviso, el cuatro puertas corto de 4,29 metros acelera desde parado hasta 50 km/h en 1,8 segundos y alcanza los 100 km/h en menos de cuatro segundos.
Pero los amantes del acelerador pronto notarán los límites, porque si bien el MG es bastante rápido para un coche eléctrico, llegando a 200 km/h y es con ello 40 km/h más rápido que sus hermanos de serie, incluso uno que otro diésel podrá, sin embargo, superarlo sin dificultades.
Por supuesto, esto afecta a la autonomía, porque, naturalmente, no es especialmente larga en el caso del MG4 XPower. Como el modelo deportivo también utiliza la misma batería de 64 kWh que el modelo básico, el coche tiene que enchufarse después de 385 kilómetros como máximo en el ciclo estándar, e incluso antes si se conduce a un ritmo deportivo.
Pero es evidente que MG es consciente de las limitaciones y, por ello, los chinos ofrecen también la versión Extended Range, que hace honor a su nombre.
Como poderoso compromiso, su motor delantero tiene 180 kW/245 CV y su batería crece hasta los 77 kWh, por lo que la autonomía en ciclo estándar con 520 kilómetros seguro que supera la barrera de los 500. Además, con una velocidad máxima de 180 km/h, también cierra la brecha entre el modelo base y el deportivo.
Como XPower, el MG4 tiene las prestaciones de un deportivo. Sin embargo, los chinos se han ahorrado una apariencia apropiada. Dado que la respuesta asiática al ID.3 ya es de por sí muy ágil y de estilo llamativo, el único rasgo distintivo es la pintura bicolor de serie. Sin embargo, el cliente buscará en vano potentes alerones u otros detalles típicos de esta gama.
El interior también carece de la insignia habitual de los modelos deportivos. Los asientos son firmes y ofrecen mucha sujeción, pero eso es todo. Los chinos tampoco han cambiado nada en el volante ni en los pedales. Por mucho que pueda poner a otros coches en su sitio en los semáforos, el XPower no sirve para alardes y fanfarronadas.
En conclusión, MG continúa en el mundo eléctrico donde Volkswagen lo dejó con el Golf. Mientras todos los fabricantes adelgazan su gama de modelos en el camino hacia un futuro sin emisiones y reducen el número de variantes, los chinos diversifican aún más su oferta y ofrecen a cada uno un coche a su gusto.
El modelo deportivo XPower, en particular, desempeña un papel importante en este sentido y capta a todos aquellos clientes que se sentían a gusto con el GTI y modelos similares en el mundo de los motores de combustión. Esto también puede convencer a algunos para inclinarse por los coches eléctricos.
Por Thomas Geiger (dpa)