Está científicamente comprobado que esos calurosos días de verano son los más dañinos para la vista, debido a que la intensidad de la luz solar se incrementa durante esa temporada. Ir a la playa o a cualquier otro sitio al aire libre, sin protección contra los nocivos rayos UV, sería muy inconveniente y perjudicial para los ojos. Por eso existen las gafas de sol, el accesorio ideal para proteger la vista sin tener que perderse la diversión de salir a veranear.
Incluso, le dan un toque chic al atuendo, tanto es así, que hay mujeres y hombres que tienen colecciones de este accesorio, para dar diferentes estilos y elegancia a cada vestuario.
Un poco de historia sobre este complemento
Su uso actual es muy común, pero no todas las personas que utilizan gafas de sol conocen la historia de su invención, que data de hace varios siglos. En el siglo XII en China, los jueces utilizaban cristales ahumados para mantener ocultos sus ojos, y así mantenían sus expresiones faciales encubiertas, lo que les daba una sensación de frialdad, con el fin de que nadie pudiera predecir el veredicto final de un juicio.
Durante el siglo XVIII, el óptico británico James Ayscough fue quien, en realidad, diseñó por primera vez las gafas con cristales tintados, parecidos a los que se utilizan hoy en día, pero con el objetivo de usarlos como una cura para algunos problemas de la vista. A comienzos del siglo XX, comenzaron a popularizarse primero entre las estrellas de cine, y con el paso de los años, se fueron desarrollando aún más y se expandieron al resto de la población mundial, hasta finalmente ser tan populares como lo son en la actualidad.
En el momento de escoger
Muchas veces, a la hora de comprar gafas de sol, se eligen las que más se adaptan al estilo del cliente, pero no se tiene en cuenta el tipo de cristal que tienen. La función principal de este accesorio, es filtrar los rayos ultravioleta (UV) y reducir la luminosidad que ingresa en los ojos, aunque no todos los cristales lo cumplen adecuadamente. A diferencia de otras marcas, las gafas de sol Tommy Hilfiger se caracterizan por su excelente calidad, diseño y durabilidad, sus cristales en todos los modelos ofrecen una protección total para los rayos del sol. Éstas son las características que deben considerarse a la hora de comprar las gafas de sol perfectas, y debido a que esta marca cumple con todas ellas, se ha hecho tan popular en el mercado internacional.
Aparte del cristal, también el diseño es importante si se quiere lucir con clase y estilo. Uno de los detalles principales es la forma de la montura, y actualmente existe una gran variedad, entre ellas están: la cuadrada, el estilo piloto, la ovalada, la rectangular, la redonda, con lente única, estilo ojo de gato, entre muchas otras. Otro rasgo muy notorio es el marco de la lente, que puede ser completo, semicompleto o simplemente sin marco, los colores del marco también son muy vistosos y variados, hay que saber escogerlos con precisión.
Los más populares modelos a la venta
Distintos son los modelos de Tommy Hilfiger que ocupan los primeros puestos en el mercado, varían de color, tamaño, forma, género y materiales, y los que se pueden encontrar entre los más vendidos en el mercado están:
- TH 1469/S R80 (JE): hechas de metal y con forma rectangular, estas gafas son unas de las que lideran las ventas, y sus cristales verde-amarillo le dan un porte muy elegante.
- TH 1418/S D28 (P9): su montura de color negro y sus cristales en gris con forma rectangular, hacen que tengan un look juvenil y moderno. El material utilizado para su creación fue la pasta.
- TH 1599/S EYR (4S): de género unisex y con la forma del estilo aviador o piloto, ideal para cualquier ocasión, con sus colores dorado y borgoña, en su montura y lente respectivamente.
- TH 1550/S 086 (70): su forma de ojos de gato es muy atractiva para la población femenina, y su color de montura DK Havana, con el tinte marrón de sus cristales, hacen este modelo aún más popular entre las mujeres.
A pesar de que actualmente las gafas de sol son más utilizadas por moda que por protección, siempre es necesario tener en mente las consecuencias que podrían causar la falta de un cristal, especialmente, cuando la persona se expone durante mucho tiempo a la intensa luz solar en un espacio abierto.