Desde que se comenzara a poner en marcha las nuevas directrices que han llevado a España a ser el primer país de la UE con fecha de caducidad para los coches con combustible diésel, es el momento de pensar cuáles serán las principales consecuencias de todo este cambio de flota que vivirá en los próximos años cualquier provincia española.
¿Qué se hará con los vehículos según vayan quedando obsoletos?
Ciudades como Madrid ya han comenzado a restringir el tráfico a según qué vehículos bajo la premisa de mejorar los índices de contaminación de la zona más céntrica, pero no será posiblemente la única que se sume a la jubilación anticipada de muchos coches.
Si hay una zona que se adolece de ser el cementerio de muchos coches que se quedan en los garajes o calles de las que en su momento han sido residencias de verano, esa es cualquier localidad de la costa alicantina.
Los desguaces en Alicante llevan años teniendo que ser los que tramiten para muchos de sus clientes ciertos trámites para dar de baja de forma gratuita los vehículos en la Dirección General de Tráfico, pero no solo esta es su función.
Quienes conocen bien los procedimientos, saben que el llevar un coche al desguace o avisarle para su retirada es una de las soluciones más sencillas cuando hay que deshacerse del vehículo ante averías que ni siquiera merecen la pena arreglar.
Los coches, con el salitre de la zona, sufren de mecánica cuando además no son utilizados de forma habitual y se dejan durante un tiempo. Muchos mecánicos ya dicen que un coche se avería más por estar parado que en movimiento. Y no les falta razón ciertamente.
¿Cuáles serán los plazos del diésel en España?
Se acaba de conocer que España será el primer país en promulgar una ley que hará que se dejen de comercializar coches de combustión en 2040, pero para una década después, el objetivo es evitar su circulación y las de los coches de gasolina por las carreteras españolas.
La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética debería ser presentada durante el mes de febrero a votación en el Congreso de los Diputados, haciendo que hasta entonces el sector del automóvil en España viva unos días de gran incertidumbre frente a la que se podría avecinar en cuanto a cambio de planteamiento incluso en las plantas de fabricación de las principales marcas que aún siguen teniendo presencia en las ciudades españolas.
Mientras, el resto de los países de la Unión Europea no han dado un paso tan grande. Sí, sin embargo, comparten algunas ciudades como Londres, París o incluso Berlín las restricciones de tráfico en el centro de la ciudad para evitar que se eleven las emisiones en esa zona.
La clave, si esta medida llega a salir adelante, tendrá que ver, sin duda, con el fomento en la fabricación y compra de vehículos eléctricos, que hasta ahora siguen peleando por conseguir una autonomía que permita los desplazamientos más largos y una capacidad de los parkings (públicos y privados) y gasolineras para poder recargarlos en cualquier momento.