(dpa) – En una ola de calor agobiante no solo puede subir la temperatura adentro de un automóvil. En el caso de los coches eléctricos también surge la pregunta: ¿Qué tan bien toleran las baterías el calor? La organización KÜS brinda estos consejos:
Las baterías de iones de litio que en general poseen los coches eléctricos funcionan en un rango de temperaturas que va desde los 15 a los 35 grados Celsius.
Con temperaturas más bajas crece la resistencia eléctrica de la batería, por lo que disminuye su rendimiento. Esto genera que en invierno, por ejemplo, se reduzca la autonomía del vehículo.
Las temperaturas por encima de los 35 grados, en cambio, tienen un impacto negativo sobre la vida útil de la batería y con ello también en la autonomía del coche. Otra desventaja en caso de mucho calor es que la potencia de carga es menor, por lo que se extiende el tiempo de carga.
En tanto, sólo a partir de los 120 grados se considera que la temperatura de la batería es crítica para la seguridad porque podrían generarse cortocircuitos y reacciones químicas, alerta KÜS.
Un sistema de control de temperatura instalado por el fabricante asegura la desconexión de la batería antes de que se alcance esta temperatura. Algunos modelos cuentan con sistemas de gestión térmica incorporados que se encargan de que la temperatura de la batería se mantenga en un rango óptimo.
Los expertos aseguran que con un correcto cuidado se puede influir en la vida útil de la batería de un coche eléctrico y recomiendan mantener un nivel de carga de entre un 40 y un 80 por ciento.
La carga y descarga en este rango genera un menor estrés en la batería, lo que tiene un efecto positivo en su vida útil. Se recomienda un nivel de carga en este rango para recorrer, en particular, distancias cortas.
La batería tampoco debería estar cargada de forma completa para realizar distancias más largas, sino que debería estar como máximo en un 90 por ciento. Esto se debe a que una batería cargada a pleno envejece más rápido.
Si el vehículo no se utiliza por un largo tiempo, se recomienda una carga de la batería de un 50 por ciento. En principio se debería evitar conducir un coche eléctrico con menos de 15 por ciento de carga porque esto acelera el envejecimiento de la batería de litio.
Y si en unos meses regresa el clima frío, lo mejor es cargarla inmediatamente después de conducir, cuando la batería aún está caliente.