Castellón, 23 jul (EFE).- El festival Arenal Sound, que se celebrará en Burriana (Castellón) del 31 de julio al 3 de agosto, tiene ya muy avanzado el montaje de las infraestructuras de su recinto y las zonas de acampada, que se preparan para recibir a decenas de miles de personas llegadas de toda España.
La zona portuaria de Burriana ya ha adquirido la particular fisonomía que combina los grandes buques de carga y los barcos de pesca con los escenarios, las barras y carpas en las que ya están ultimando detalles los operarios.
El recinto se ha ido transformado y ampliando progresivamente desde que el festival inició su andadura en 2010.
Desde entonces, el público ha aumentado de forma exponencial y su cita más multitudinaria fue la de 2013, cuando se cuantificaron 280.000 asistentes en los cuatro días de festival.
La organización ha informado a EFE que esperan cifras similares de asistencia para la presente edición, que arrancará con la apertura de puertas de las zonas de acampada el próximo martes 29 de julio a las 08.00 horas de la mañana.
El festival tiene este año más peso internacional en cuanto a nombres en el cartel, ya que contará con Azealia Banks, Placebo, Biffi Clyro, Crystal Fighters, The Wombats, Matt & Kim, Bastille o Mando Diao ente muchos otros.
La música nacional contará con artistas como Russian Red, Love of Lesbian, León Benavente, Iván Ferreiro o Sidonie.
Pero los asistentes ya podrán disfrutar de la programación musical desde el propio martes, pues arranca ese mismo día la programación previa y la primera de las fiestas de bienvenida que se celebran dentro del recinto, que tendrán propuestas como Polock, deBigote, Carlos Sadness, Satellite Stories, Grises, We Are Standard, The Parrots o La Sonrisa de Julia.
El recinto ya ha pasado una primera inspección general, aunque según explican desde la organización las inspecciones son continuas y se prolongan hasta en los días de festival, lo que aprovechan «para mejorar pequeños detalles».
El dispositivo de seguridad con el que contará el Arenal Sound será el mayor y más complejo de su historia, con el fin de garantizar la seguridad de los miles de jóvenes que acuden a Burriana para disfrutar de unas vacaciones en las que se combina la playa y el sol con la oferta musical.