El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, se ha mostrado «pesimista» sobre el resultado de la petición remitida a Turkish Airlines para retrasar su marcha del aeropuerto de la capital gallega, una decisión que considera «una ruptura» del espacio trabajado con al empresa, el ayuntamiento y la Cámara de Comercio en los últimos años.
La aerolínea comunicó el viernes de forma oficial su intención de abandonar el enlace que une Santiago de Compostela y Estambul el próximo 3 de junio. En concreto la intención es «centralizar sus operaciones en el Norte de Portugal y Galicia desde el aeropuerto de Oporto.
El Gobierno local planteó «una queja» al entender que esta decisión representa «una ruptura» con el trabajo realizado en los últimos años, teniendo en cuenta los recientes acuerdos suscritos tanto con el Ayuntamiento como con la Cámara de Comercio local.
En este sentido, se mostró «pesimista» sobre el resultado de su petición de atrasar esta marcha, dado que el propio delegado de la empresa reconoció que se trató de una decisión «que no se adoptó aquí», en alusión a Galicia.
«No queremos entrar en dinámicas de culpabilización de las decisiones empresariales», ha considerado Noriega, quien ha señalado que el objetivo debe ser «consolidar» una política aeroportuaria en el conjunto del país en la que salgan «beneficiados», confiando en obtener datos «records» a lo largo de 2016.