(dpa) . Dos sistemas operativos para móviles dominan el mercado: Android e iOS. Casi todos los teléfonos inteligentes y tabletas funcionan con ellos, aunque Android está incluso más extendido que iOS.
En general, sin embargo, las cuotas de mercado de los dos líderes del mercado se han mantenido bastante estables en los últimos años, afirma Steffen Herget, de la revista alemana especializada «c’t». Otros sistemas operativos han pasado a ser prácticamente insignificantes.
Pero, ¿cuáles son los argumentos a favor de uno u otro de los dos grandes sistemas operativos móviles? Herget ve la mayor ventaja de iOS en el hecho de que el software y el hardware proceden de una única fuente. Esto se debe a que iOS está desarrollado por la compañía estadounidense Apple y solo puede encontrarse en sus modelos de iPhones y iPads.
«Esto significa que el ‘smartphone’ y el sistema operativo están especialmente bien armonizados», explica. «No se tiene el problema de que el software pueda hacer algo que el hardware no y viceversa». La seguridad, detalla, también es algo mayor porque Apple es un sistema cerrado.
Las apps de iOS, solo de la App Store
Esto, a su vez, se refleja en el hecho de que las aplicaciones solo pueden descargarse de la App Store de Apple. Y como esta se comprueba rigurosamente, hay menos problemas con el ‘malware’, dice Herget. «Además, Android suele ser más atractivo para los atacantes debido a su mayor cuota de mercado».
Si se pregunta a Herget por las ventajas de Android, habla de la mucho mayor libertad que ofrece el sistema operativo: «iOS solo está disponible en el iPhone, lo que significa que la oferta de modelos es muy reducida y los precios son relativamente altos. Con Android, en cambio, puedes elegir entre muchos fabricantes de hardware diferentes».
Los usuarios de Android también tienen mucha más libertad a la hora de personalizar el aspecto del sistema operativo, subraya el experto. «Ya sea para instalar una nueva interfaz porque se quiere un aspecto más fresco, o para simplificar el aspecto para la gente mayor». Con iOS, opina, esas personalizaciones no son tan fáciles de hacer.
La política de actualizaciones es importante
Según Herget, el mayor hándicap de Android son las actualizaciones. «Las versiones de Android están muy fragmentadas y esto significa que los usuarios a veces tienen que esperar meses o incluso más para recibir actualizaciones.»
Esto se debe principalmente a la amplia gama de dispositivos Android y al esfuerzo que supone personalizar el software para ellos. Esto es mucho menos complicado con iOS porque todo procede de una única fuente: «Puedes esperar recibir actualizaciones rápida y fácilmente durante 5-6 años».
Sin embargo, parece haber un lento cambio cultural en Android hacia actualizaciones largas y fiables. Los pioneros en este sentido son los responsables del fabricante holandés Fairphone, que promete al menos ocho años de actualizaciones para la quinta versión de su ‘smartphone’ sostenible, y el propio desarrollador de Android, Google.
El gigante tecnológico aumenta constantemente sus promesas de actualización para sus smartphones Pixel. Actualmente son de siete años para los modelos Pixel 8.
¿Cuándo merece la pena cambiar?
Sebastian Klöss, de la asociación de la industria alemana Bitkom, ha observado que un cambio de sistema a menudo no es una decisión consciente, sino que ocurre por casualidad porque a alguien le gusta un ‘smartphone’ en particular.
No obstante ofrece un consejo para quien quiera adoptar un enfoque estratégico: «El cambio puede merecer la pena si en el propio hogar ya se utilizan muchos otros dispositivos de uno de los dos ecosistemas de sistemas operativos. Entonces suele ser más fácil sincronizar datos y contenidos dentro del hogar».
Steffen Herget está de acuerdo: «Para mí tendría sentido cambiar a un iPhone si también cambio a un Mac como ordenador», dice poniendo un ejemplo.
Transferencia de datos durante la configuración inicial
¿Y cuánto tiempo requiere el cambio? Sebastian Klöss considera que el paso de un sistema operativo a otro es «bastante sencillo».
«Los datos se pueden transferir por cable o WLAN. Lo único importante es iniciar la transferencia de datos la primera vez que configures el nuevo dispositivo cuando te lo pida». Si uno se salta este paso, alerta, a menudo solo es posible transferir los datos manualmente más tarde.
«Si se realiza la transferencia de datos al configurarlo por primera vez, seguirá una guía a través de los siguientes pasos», explica Klöss. «Los propios archivos, fotos, vídeos, contactos, entradas del calendario, cuentas de correo electrónico, marcadores del navegador y aplicaciones gratuitas estarán entonces disponibles de inmediato en el nuevo dispositivo».
Incluso la transferencia automática de mensajes en los servicios de mensajería suele funcionar. Puede haber restricciones con contenidos de pago, como libros electrónicos comprados o aplicaciones de pago. Estas últimas, en particular, suelen tener que comprarse de nuevo para el nuevo sistema operativo.
Pasar de Android a iOS es algo más fácil
En general, pasar de Android a iOS es algo menos complicado que pasar de iOS a Android, explica Herget. Esto se debe a que algunas aplicaciones que están disponibles en dispositivos Android -de Google, por ejemplo- también se pueden instalar en iPhones y entonces solo se tiene que volver a iniciar sesión.
Esto es más difícil a la inversa: «No se pueden utilizar servicios de Apple como iMessage en Android, por ejemplo», apunta Herget. Por tanto, la migración de iOS a Android requiere un poco más de trabajo manual.
Por Elisabeth Winkler (dpa)