Un equipo científico-técnico formado por expertos en ámbitos como el del paisaje y la naturaleza, así como del entorno histórico-artístico, ha elaborado una base de datos que incluye toda la «riqueza» de la Ribeira Sacra a fin de que sirva como base para la candidatura de esta zona a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Forma parte de un informe de base científica que respalda esta opción y que, con más de un millar de páginas, se ha elaborado a lo largo del último año.
Se ha presentado en rueda de prensa este lunes en la sede del Valedor do Pobo, en un acto al que han asistido –además del propio valedor en funciones, José Julio Fernández, y la responsable del área de esta oficina, Beatriz González– el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, y el presidente del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra, Juan Carlos Armesto, en representación de la Diputación de Lugo.
Al respecto, Fernández ha enmarcado este trabajo en su «compromiso con el patrimonio y la cultura» y ha asegurado que, de lograrse el reconocimiento, «será beneficioso» para los habitantes y el territorio que abarca la Ribeira Sacra. «Tendrá más fortalezas que debilidades, sin duda», ha proseguido.
A renglón seguido, ha dado por hecho que la declaración de Patrimonio la Humanidad supondrá «un reactivo a la economía» de la zona y también para su «interés turístico».
Tanto Armesto como Baltar han celebrado el trabajo puesto en marcha para lograr este objetivo puesto que, en palabras del ourensano, «el paisaje y la riqueza patrimonial» de la Ribeira Sacra «merece éste y otros reconocimientos».
TRABAJO
En cuanto al estudio, Beatriz González ha explicado que se ha analizado el paisaje, el suelo, las condiciones climáticas, la vegetación, el patrimonio histórico-artístico y la evolución socioeconómica de los 21 ayuntamientos de las provincias lucense y ourensana que forman la Ribeira Sacra.
Además, preguntada sobre los trámites que restan para demandar la consideración de Patrimonio de la Humanidad, ha indicado que la Unesco requiere que todos los bienes que aspiren a formar parte de esa lista cuenten en su propio territorio con la máxima protección. Por ello, la Xunta ya ha iniciado los trámites para declarar la Ribeira Sacra como Bien de Interés Cultural (BIC).
En paralelo, el equipo de expertos elaborarán un plan de gestión para garantizar la «sostenibilidad» de este ámbito protegido, un documento que la Unesco «examina con especial atención» y que podrá estar «terminado en un plazo relativamente breve». A partir de ahí, corresponde al Ministerio de Cultura demandar esa consideración para la Ribeira Sacra