(dpa) – Los huevos revueltos son una de las recetas más simples de preparar: con pocos pasos, este manjar pasa directamente de la sartén al plato. Bien condimentados y con ingredientes como vegetales, camarones o trufas se vuelven un plato sofisticado y sabroso. Y encima son súper fáciles: lo único que se necesita para la receta base son huevos frescos, leche o agua mineral y sal. La sal es un ingrediente especialmente importante. Para un toque especial, se puede usar la fleur de sel. Además, se puede añadir pimienta a gusto.
Lo más importante es, sin embargo, la calidad de los huevos. Para saber si un huevo es fresco, se puede hacer una prueba bien simple: solo hay que tomar un vaso, llenarlo con agua y colocar un huevo dentro. Si el huevo se queda en la base, está fresco. Si asciende lentamente, es más viejo. Si el huevo flota bien arriba en el vaso, no debe ser consumido.
Para unos huevos revueltos hay que batir los huevos en un bol, idealmente con una batidora. Si no se tiene una, también se puede emplear un tenedor, aunque de esta forma se tarda más tiempo en obtener una masa homogénea.
A este huevo batido se le puede añadir luego líquido, como leche. O incluso nata, que le da mejor sabor. Si se quiere un plato con menos calorías, también se puede usar agua mineral. Esta masa se añade a la sartén en la que se derritió previamente un trocito de mantequilla.
Una vez que se echaron los huevos en la sartén, hay que dejarlos cocinar a temperatura media. Para que no se quemen, hay que ir moviendo la masa con una espátula. Cuando los huevos revueltos tienen cuerpo pero aún están cremosos, están listos. Para una nota especial, se puede añadir cebollino fresco finamente picado poco antes de finalizar la cocción.
Los huevos revueltos también se prestan para preparar unas mini-tarteletas súper originales con caviar. Para ello hay que mezclar 250 gramos de harina, 160 gramos de mantequilla, un huevo y una pizca de sal y azúcar con una cucharada de leche y trabajar hasta que se forme una masa. Envolver la masa en papel film y dejar enfriar una hora en la nevera.
Mientras, calentar el horno a 150 grados y pintar formas de tarteleta con mantequilla. Extender un cuarto de la masa en una superficie de trabajo enharinada y congelar el resto de la masa en porciones. Cortar cuatro círculos en la masa extendida, colocar en las formas y hornear 15 minutos. Desmoldar y dejar enfriar en una rejilla.
Para los huevos revueltos, calentar dos cucharadas de nata y diez gramos de mantequilla en una olla. Añadir dos huevos y mezclar sobre el fuego. Colocar los huevos revueltos en las tarteletas y decorarlas con salmón ahumado, una cucharadita de caviar y cebollino.
Por Sabine Meuter (dpa)