La alimentación se ha vuelto a convertir en protagonista de los propósitos de año nuevo.
Frente a las prisas de comer sin apenas disfrutar, se ha puesto en marcha una nueva tendencia: la cocina lenta y sana.
Atrás quedó el coger cualquier cosa para el almuerzo. Es el momento de volver a la cocina y reinventar los sabores, volver a los originales, alejados de salsas artificiales y cocinados que estaban basados en precalentar y freír.
¿En qué consiste la tendencia healthyfood?
Abrir Instagram y comenzar a ver platos saludables es un todo. Quien hoy en día no ha cogido el hábito comer saludable es porque realmente no quiere, porque basta teclear comida sana en cualquier buscador para que miles de recetas aparezcan.
La clave está, precisamente en dos puntos clave: ingredientes y forma de cocinarlos.
Los ingredientes son los grandes protagonistas. Frescos, saludables, con poca grasa y con mucha proteína, vitamina o fibra. Y para conseguir esto, basta con ir a cualquier mercado y hacerse con productos de temporada.
La parada principal debe hacerse en la frutería, donde surtirse de fruta y verdura que sea de proximidad. Atrás quedó el momento de comer fruta en cualquier momento del año. Si de verdad quieres un alimento lleno de sus beneficios, opta por los que vienen de cerca y, además, son del momento. Cada estación tiene sus frutas y verduras. No es complicado diseñar recetas con ello.
De ahí habría que pasar a carnicería y pescadería. En este sentido, ya depende de los gustos, pero las opciones que hoy ofrecen los escaparates de estas especialidades hacen que se pueda elegir entre los pescados y carnes más sabrosas y saludables.
¿Cómo cocinar de forma sana?
Cualquier endocrino lo tiene claro: vapor, plancha, horno y guisos tradicionales.
De hecho, para este tipo de nueva cocina, sería recomendable hacerse con dos o tres nuevos utensilios de cocina que jubilen a la freidora y a cualquier otro elemento que no responda a las necesidades reales de las recetas.
La vaporera de bambú es uno de los últimos utensilios que están entrando en las nuevas cocinas y es perfecta tanto para verduras como para carnes, pescados o incluso arroces. Forma parte de una tradición culinaria asiática milenaria, una carta de presentación única por la manera en la que se conserva el ingrediente.
La ventaja de este tipo de cocción es que mantiene intactas las propiedades de la comida, el tiempo de cocinado no es demasiado elevado y no utiliza nada más que el vapor, con lo que no contamina los sabores naturales ni aporta nada graso para que la comida esté lista.
Para quienes gustan de la comida un poco más hecha y donde poder incluir una cucharada de aceite de oliva, por ejemplo, las opciones podrían pasar por la plancha o el horno. En ambos casos está más recomendado para carne y pescado ya que cocinando la verdura al vapor ésta conserva aún mejor sus propiedades.
La forma en la que cocinaban nuestros abuelos ha vuelto a la palestra. De hecho, hay una forma de hacer la compra que se plantea que no se compraría nada que nuestros mayores no probaran. Es decir, quedan fuera los ultraprocesados, lo precocinado y también, por qué no decirlo, algunas de las pastas menos saludables.
¿Por qué? Porque ellos se basaban en todo lo anterior: alimento fresco, de temporada y con una cocción y cocinado lento pero saludable.