Colorear el cabello es una práctica habitual que realizan la mayoría de las mujeres (y muchos hombres) por todo el mundo. La moda no es ajena al mundo del peinado, y la coloración está en constante evolución.
Más allá de las clásicas mechas, ahora se pueden encontrar muchas formas de colorear una melena: mechas californianas, balayage, ombré, y las mechas de colores intensos: rojas, grises, rosas, moradas, etc.
Sin embargo, muchas veces se nos olvida que la coloración es un tratamiento químico, y que puede causar graves daños a nuestro cabello. Por suerte, con los cuidados necesarios, se puede mantener un cabello saludable, mientras se ostenta un color magnífico.
La preparación es la clave
Si quieres que el pelo se mantenga sano después de teñirlo, hay que comenzar a prepararlo meses antes. ¿Prepararlo cómo? Mantenerlo bien nutrido e hidratado mediante la aplicación de mascarillas hidratantes y nutritivas 2 meses antes de teñir el cabello.
También hay que cortar las puntas regularmente, y evitar en todo lo posible las herramientas de peinado con calor (secador y plancha para el pelo).
Elegir los tintes adecuados
A la hora de teñir el cabello, es importante utilizar los tintes de pelo adecuados, con una calidad mínima para que el pelo no se dañe más de lo debido. Y libres de productos químicos como el amoníaco.
Si va a ser necesario realizar una decoloración, hay que asegurarse de que la crema reveladora (agua oxigenada o peróxido de hidrógeno) sea de la concentración correcta para tu color de pelo.
El uso de un volumen 40 para cabellos rubios puede terminar quemando el pelo. Lo recomendable es empezar con 20 volúmenes, y hacer más de una decoloración hasta lograr el tono ideal.
Si la decoloración es casera, realiza una prueba en una zona poco visible primero. Y recuerda leer detenidamente las instrucciones y asegurarte de que no dejas ni el decolorante ni el tinte más del tiempo recomendado.
El champú puede esperar
Una vez decolorado el cabello, hay que esperar por lo menos un par de días para lavar el pelo de nuevo. Esto ayudará a que el color se fije bien. Los aceites naturales del cabello entrarán en acción, formando una capa protectora que minimiza la pérdida de color.
Cortar por lo sano
Siempre es una buena idea cortar las puntas después de cada tinte. El daño después de teñirse el cabello es inevitable, y el corte evita que este daño se extienda. Si estás en la transición de morena a rubia platino, prepárate para cortar una cantidad considerable.
Protege el color con los productos adecuados
El pelo recién coloreado es vulnerable al daño y a la pérdida de color. Para que el color permanezca por más tiempo, y el cabello esté sano, es crucial invertir en buenos productos de protección del color.
Los champús y acondicionadores que protegen el color, crean una capa protectora sobre la raíz, evitando que el color desaparezca. Los champús sin sulfato son siempre una buena opción, porque no eliminan los aceites naturales del cabello, ni dejan residuos que alteran el color.
Reducir los lavados
El color se pierde con cada lavado, así que hay que reducirlos todo lo posible. Nada de lavarse el pelo a diario. Intenta lavarlo dos o tres veces a la semana.
Esto ayudará no sólo a preservar el color, sino también a mantener los aceites naturales que produce el cuero cabelludo y que nutren el pelo.
Una buena manera de alargar el tiempo entre los lavados, es invertir en un buen champú en seco.
Y cuando lo laves, evita el agua muy caliente, pues hace que se abran las cutículas y el pelo quede encrespado y reseco, haciéndolo más susceptible al daño. Una manera eficaz de evitar esto, es aclarar el champú con agua fría. Así se sellan las cutículas, controlando el encrespamiento y conservando el color.
Si no aguantas un lavado con agua fría, al menos finaliza el aclarado con agua fría después de lavarlo con agua tibia.
La importancia de un buen acondicionador
La pérdida de hidratación y la sequedad son problemas muy comunes cuando te tiñes el pelo. Una buena manera de solucionar este problema, es utilizar acondicionadores para cabellos teñidos.
Estos acondicionadores crean una capa protectora sobre el cabello, que ayuda a minimizar el daño producido por el sol, por las herramientas de calor, el encrespamiento, etc. Reteniendo la humedad en el cabello.
Cuidado con el calor
Todo el mundo sabe que el uso de secadores y planchas de pelo regularmente, puede causar un considerable daño en el cabello. Hay que reducir su uso en cabellos teñidos, pues el calor es el primer enemigo de los tientes.
Utiliza el secador a una temperatura fría y a una distancia mínima de 15 cm del cabello. Prueba nuevos peinados en los que no tengas que alisar o rizar el pelo. Y si no tienes más remedio que utilizar el calor, nunca lo hagas sin aplicar primero un protector térmico.