(dpa) – A veces uno mismo no lo huele, pero tal vez recibe el aviso de parte de su pareja: con el tiempo uno se va aplicando cada vez más del perfume que usa constantemente, porque ya no se lo percibe tan intensamente como al principio.
Martin Ruppmann, de la asociación alemana de cosmética VKE, explica que el sentido del olfato se cansa mucho más que los otros sentidos.
Por lo tanto, bien vale la pena apelar de vez en cuando a otra fragancia o tomarse una pausa para que la nariz pueda disponer de un descanso.
«Varía de usuario en usuario el momento en que se vuelve a oler el perfume de la manera habitual. Seguro que llevará un par de días hasta que la nariz se vuelve a aclimatar», asegura Ruppmann.
«Lo importante es elegir una alternativa de otra familia de fragancias», es el consejo del especialista.
Por lo tanto, recomienda «no reemplazar su fragancia favorita por otra fragancia muy similar, o sea no floral por floral ni leñoso por leñoso».