(dpa) – No es frecuente que directivos de una compañía automovilística recomienden a sus clientes que conserven un coche viejo durante más tiempo y no se preocupen por comprar uno nuevo, pero eso es exactamente lo que ha sugerido la responsable de Sostenibilidad del fabricante alemán BMW.

Según informó la revista británica Auto Express, Monika Dernai, directora de la división de Sostenibilidad de la marca bávara, hizo esta propuesta en una conferencia celebrada en Londres.
Según Dernai, la industria automovilística podría reducir la cantidad de residuos animando a la gente a conservar sus coches y a actualizarlos para mantenerlos al día, en lugar de comprar constantemente nuevos modelos.
«Tenemos que pensar en prolongar la vida de los coches, no en un mercado de segunda mano en el que unos venden sus coches a otros, sino en prolongar su vida útil», explicó Dernai. «Una idea podría ser renovar el interior», especificó.
La propuesta es poco menos que revolucionaria para una industria orientada a la venta de coches nuevos, incluso a personas que realmente no los necesitan debido a que sus vehículos actuales aún están en buen estado.
La sostenibilidad es un tema que se plantean cada vez más compradores de coches, pero hasta ahora la cuestión giraba sobre todo en torno al interior del vehículo y al uso allí de materiales cuya producción fuera menos perjudicial para el medio ambiente.
En Alemania y el Reino Unido, los propietarios de coches de más de 30 años afirman que es más sostenible conservarlos más tiempo que cambiarlos cada pocos años. También niegan que los modelos más antiguos contribuyan en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según un estudio del observatorio británico Centre for Economics and Business Research (CEBR), los motores antiguos, por ejemplo, no pueden competir con los modernos en emisiones, pero el coche clásico medio solo produce 563 kg de emisiones de CO2 al año. Las bajas emisiones se deben a que los coches clásicos suelen conducirse con menos frecuencia.
A finales de noviembre, Dernai participó en Londres en un debate sobre la creación de una economía circular. La idea es que la sociedad reutilice y recicle todo lo posible y produzca el mínimo de residuos.
La sugerencia de la directiva llega en plena polémica sobre la huella de carbono de los nuevos coches eléctricos, ya que algunos críticos señalan que su producción consume más energía de la que probablemente ahorran.
Los coches modernos son más ecológicos que los antiguos y también consumen menos combustible, pero una serie de factores han disparado el precio de los coches usados, lo que ha llevado a muchos propietarios a conservar sus vehículos durante más tiempo.
La subida de los precios del combustible, el elevado coste de adquisición de los vehículos, el aumento de los servicios privados de movilidad y una mayor concienciación sobre el cambio climático, sobre todo entre los «millennials» (nacidos entre 1981 y 1996), han llevado a que la gente se muestre reacia a comprar un vehículo nuevo.
Por Martin Bensley (dpa)