Los avances tecnológicos amplían el poder del ser humano sobre la tierra. Estos avances unidos a los que se realizan en comunicación democratizan ese poder. Esto quiere decir que no solo las élites económicas, los poderosos, las grandes compañías tienen acceso a las diferentes herramientas que proporciona la tecnología, sino que cada vez más rápidamente eso nuevos avances pasan a manos de la gran mayoría y esto se debe, en gran parte, a Internet.
Buena prueba de ello son los aparatos que se utilizan para espiar a terceras personas. Gadgets de todo tipo que hasta hace bien poco pertenecían a los detectives profesionales o a las compañías más prestigiosas de seguridad y vigilancia. Algunos de ellos directamente extraídos de la factoría fantástica del celuloide y que, gracias a tiendas online como territorioespia.com, pueden estar en tus manos por muy poco dinero.
En esta tienda tenemos desde microfonos espia para grabar la extorsión o el chantaje al que estamos siendo sometidos por parte de la empresa, hasta la posibilidad de grabar una infidelidad con las micro cámaras espía que ofrece. Especialmente con las mini cámaras ocultas las posibilidades de realizar un espionaje efectivo se disparan, son tremendamente útiles para conocer de primera mano las amistades de nuestros hijos y saber qué hacen cuando no estamos nosotros, podremos colocarlas para vigilar a las personas encargadas de cuidar a nuestros mayores o saber quién es el individuo que araña nuestro coche en el parking.
Gracias a esta ecommerce, vas a tener acceso a todos esos aparatos que siempre quisiste tener al mejor precio del mercado y que solo podías saber que existía gracias a las películas de espionaje. Ahora nada te detendrá para abrir tu propia agencia de detectives o solucionar esa injusticia laboral o ese problema doméstico que no te deja dormir.
La moneda tecno digital a tu alcance
Es tal el desarrollo que ha adquirido en los últimos años la unificación entre tecnología y comunicación digital que, como si de un mundo totalmente aparte se tratase, ha creado su propia moneda; el bitcoin, la moneda de internet cuyo uso conlleva muchas ventajas sobre los sistemas de pago tradicionales o monedas propias ya asentadas en el mercado financiero.
Esta moneda virtual nace en el año 2009 de la mano de Satoxhi Nakamoto. Al parecer este nombre no es más que el pseudónimo de una o varias personas, una moneda electrónica exclusivamente útil para realizar transacciones y operaciones dentro de la red global. El nombre de Bitcoin hace referencia tanto a la misma moneda, como al protocolo de seguridad que usa y a la red p2p en la que se apoya.
Recientemente esta moneda se ha colocado en el punto de vista de los grandes inversores por los fabulosos resultados que ofrece en divisas. Para que nos podamos hacer una idea, si hace siete años invertiste 1000 euros en la actualidad tienes casi tres millones.
Y, como decíamos al principio de este artículo, internet democratiza el sistema, y ahora cualquiera que lo desee puede comprar esta moneda, pues no está exclusivamente dominada por las élites financieras ni por expertos bancarios. Es el momento, sin lugar a dudas, de comprar bitcoins, la moneda que según sus partidarios es la más segura y será con total seguridad el futuro de los medios de pago.
En el enlace que hemos referenciado en el párrafo anterior vas a poder obtener la información más fiable sobre dónde comprar bitcoins o cómo comprar bitcoins y participar en esta suculenta tarta donde todo el que invierte gana. La única posible crítica que sus detractores enarbolan es su falta de regulación y la elevada volatilidad, pero viendo los resultados creemos que la inversión bien merece la pena.
Y es que la criptomoneda está lejos de aparentar debilidad y frenar su crecimiento; si la moneda continúa creciendo al mismo ritmo que el actual, cosa bastante probable, un bitcoin vale en la actualidad 2.800 euros, para el año que viene se prevé que se coloque por encima de los 46.000 y para el 2021 una de estas monedas equivaldrá a un millón. Atractiva inversión, ¿no te parece?
La vida ya no es privada
Pero si ha habido una verdadera democratización a efectos de usar las tecnologías de la información esta ha sido, sin lugar a dudas, la de la propia vida. Nuestro modo de vivir en sociedad ha cambiado profundamente, y el primero de esos cambios fue el de la intimidad, que quedó en el olvido, democratizando de una forma radical lo que hacemos y para quien lo hacemos.
Las redes sociales son las principales impulsoras de esta apertura de lo íntimo, tanto de obra, de pensamiento, como de imagen. Nuestras vidas se exponen ante todos los usuarios, con un mínimo de filtro para permitir, en cierto modo y con muchas limitaciones, quiénes son los receptores de esta información personal que se publica.
El éxito de las redes sociales se basa en esa exposición de lo cotidiano, de la vida íntima de las personas que desean a su vez que se sepa qué siente, qué piensa o si se divierten o sufren.
Las redes sociales con más seguidores son Facebook, Twitter e Instagram, todas con su peculiar manera de exponer los mensajes de sus usuarios.
En el caso de Instagram, en el que el protagonista es la imagen, recientemente y en esa escalada progresiva que usan estas aplicaciones para mejorar la experiencia del usuario, se ha incluido el programa direct Instagram que suma la posibilidad de realizar mensajes directos entre los que se encuentren conectados a esta red social en un momento determinado. Este chat de Instagram está pensado para unir, en ambientes más íntimos, a los seguidores de determinada persona con esa persona, por si en un momento determinado se establece una unión más sincera y se comparten chistes, cotilleos o fotos en ambientes más privados.
Para empezar en Instagram, y más concretamente para comenzar a darle uso a este nuevo servicio de mensajería instantánea, lo más recomendable es iniciar una búsqueda de amigos en Facebook y otras redes sociales que también cuenten con una cuenta en esta red. De este modo, el principal grupo de seguidores serán personas de total confianza y tendréis un nuevo lugar para conversar, sin tener que abandonar el propio Instagram.